Tomás Gómez
El anuncio hecho por el ministro de Salud, Daniel Salas, sobre los avances en la norma técnica para la implementación del aborto terapeútico, generan incomodidad tanto en los grupos que apoyan como en los que se oponen a la medida.
La discusión se agrava, dado que en sus declaraciones Salas enfatizó en que se intentará siempre rescatar “las dos vidas”.
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¿Por qué el secretismo?
Ambos sectores coinciden en criticar el secretismo con el que cual el Gobierno maneja el borrador del texto y ponen en duda el contenido del mismo. Así lo manifestaron a El Observador el Movimiento Aborto Legal y el Colectivo Pan y Rosas.
“Tenemos una gran exigencia y es que esa norma que se está valorando debe ser pública”, planteó Stephanie Macluf, de Pan y Rosas.
Según la activista también les genera dudas la promesa de que la norma estaría apegada al Código Penal. “El código en derechos de las mujeres es muy atrasado”, comentó.
En la misma línea habla Heidy Valencia, de Aborto Libre, cuando señala que esperarán a conocer más detalles de la norma para emitir nuevos señalamientos.
“Nos preocupa que esté afirmando que esta norma técnica va a intentar salvar las dos vidas. Habla de la vida del bebé lo cual no es técnicamente correcto, porque no estamos hablando de un bebé sino de un feto”, advierte Valencia.
Agregó que “podría ser un indicio de que esta norma técnica no responde a los más altos derechos humanos y médicos para priorizar la vida de la mujer”.
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Norma que “no es necesaria”
Aunque se ubican ideológicamente en otro extremo, los bloques evangélicos de la Asamblea Legislativa muestran el mismo malestar por el secretismo con el que se ha movido la norma, que supuestamente está en sus “últimos ajustes”.
Según la diputada de Restauración Nacional, Xiomara Ramírez, las bajas estadísticas sobre mortalidad materna son reflejo de que la normativa actual funciona y por lo tanto el protocolo no sería necesario.
“Esta norma va contra el Código de la Niñez y la Adolescencia, que dice que se es niño o niña para efectos legales desde el momento de la concepción”, agregó Jonathan Prendas, del bloque independiente Nueva República, afín a Fabricio Alvarado.
En Costa Rica es permitido y legal el llamado aborto impune, también conocido como aborto terapéutico. Está incorporado en el Código Penal vigente desde 1971, a través del artículo 121. Se aplica cuando la vida de la madre corre peligro por el nacimiento.
Sin embargo se requiere la norma técnica para definir un protocolo, que guíe a médicos y profesionales de salud, al tiempo que aclara cómo se realiza y defiende la posibilidad de hacerlo para las mujeres pacientes.
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Promesa contra el tiempo
En su intervención del martes, el Ministro Salas señaló que el presidente Carlos Alvarado aún no conoce la última versión de la norma.
Eso no fue impedimento para que el miércoles, el propio Alvarado reiterara su promesa de firmar el documento antes de que termine el 2019.
Aunque no fijó una fecha, el mandatario insistió en que el trabajo técnico avanza y que estará listo para dejarlo en rigor.
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Colaboró la periodista Paula Ruiz.
