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Relato: los 22 días de incertidumbre de una tica en EE.UU. que salió positiva por COVID-19

Para Rebeca Carvajal todo comenzó el 10 de marzo cuando se despertó en medio de la noche, temblando de la…

Por Elizabeth Rodríguez

Tiempo de Lectura: 4 minutos
Relato: los 22 días de incertidumbre de una tica en EE.UU. que salió positiva por COVID-19
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Para Rebeca Carvajal todo comenzó el 10 de marzo cuando se despertó en medio de la noche, temblando de la fiebre. Pero dijo: “por escuchar noticias es que me siento así, no tengo nada”.

Al día siguiente, declararon estado de emergencia en Washington D.C., porque ya presentaba cuatro casos confirmados por COVID-19, y esa misma mañana la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró el virus como una pandemia.

Carvajal es una costarricense, de 31 años, terapeuta, que trabaja con adultos mayores en condición de calle. Su miedo de poder contagiarlos era muy grande, por lo que se autodeclaró en cuarentena para evitar cualquier tragedia. “Si algo le pasa a alguno de mis viejitos, por mi culpa, por contagiarlo sin saber que tengo el COVID, no podría perdonármelo”, confesó.

“Yo externé mi preocupación en una reunión de trabajo que tuvimos, porque en Seattle ya habían muchos casos de COVID-19 y era cuestión de días para que lo tuviéramos aquí, en ‘D.C.’ Mi angustia era porque nosotros ayudamos a indigentes de más de 65 años”, agregó la joven.

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Una enfermera estadounidense a las afueras del Hospital Wyckoff, en Brooklyn, Nueva York. (Bryan R. Smith / AFP)

Síntomas más severos

Ya para el 12 de marzo, la tica comenzó con problemas gastrointestinales, diarrea y vómito. Nuevamente, acudió al doctor y le recetaron antibióticos porque pensaban que la fiebre y los síntomas se debían a una infección estomacal. Sin embargo, algo en ella le decía que no era esto y que estaba contagiada con COVID-19.

En este momento, todo estaba comenzando en ese estado norteamericano. Al día de hoy, se presentan:

  • 1.097 casos en la capital estadounidense
  • 24 fallecimientos
  • 287 recuperados

“Tuve fiebre baja unos cinco días y me sentía bien, pero el viernes en la noche (20 de marzo) me comencé a sentir súper mal, no tenía energía y me fui a dormir temprano. A la 1 a.m. me desperté con una fiebre muy alta, y mucha tos seca. Además ya llevaba muchos días con diarrea y vómitos, estaba completamente deshidratada y débil”, detalló la tica, confirmándose a ella misma que tenía COVID-19, porque además se le sumaba el dolor de cuerpo, de cabeza y cansancio.

Los compañeros de cuarto le llevaban la comida a su habitación, para evitar tener que salir y contagiarlos a ellos también. Casi 15 días después del primer síntoma, volvió al hospital para revisarse de nuevo y para solicitar que le hicieran la prueba del coronavirus. “Pero me dieron más antibióticos porque seguían mis problemas intestinales”.

Ese 23 de marzo, le hicieron un examen de gripe y salió positiva; el entendimiento en ese momento era que una persona podía tener una o la otra, o un catarro o covid, pero ambas no. “Mi temor era que todos estuvieran confundidos, como yo, y que no estuvieran haciendo bien las cosas”.

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Un poco de mejora

El presidente Donald Trump en conferencia de prensa cuando todavía el país presentaba, solamente, 30 fallecimientos. Hoy llegan a las 11 mil muertes. (Drew Angerer/Getty Images/AFP)

“Tuve que pelear para que me hicieran la prueba del COVID-19, llamé a diferentes enfermeras y todas me decían que fuera a revisarme ese problema gastrointestinal, como si sólo tuviera eso. Incluso llamé al 911”, describió Carvajal.

La tica indicó que hay muy pocas pruebas para jóvenes, y que la recomendación siempre es quedarse en casa con los síntomas hasta que pasen, ya que por ser una población de bajo riesgo, “no estamos en peligro”.

El resultado llegó ocho días después de hacerse la prueba, el 31 de marzo: confirmado, Carvajal había contraído el COVID-19, el virus que ha volcado al mundo entero, y ella formaba parte de estas estadísticas.

“Yo sentía mucha ansiedad y miedo, porque mientras esperaba el resultado, tenía que ir a la farmacia y al supermercado. Tenía que seguir mi vida y no sabía si podía estar contagiando a todos mis amigos que viven conmigo, y a cualquier persona que me tope en la calle. Tuve que esperar casi un mes para confirmar que el virus estuviera en mi cuerpo”, relató la joven.

Ahora, la tica-estadounidense tiene energía y se siente mucho mejor, sin embargo poco a poco ha ido recuperando el sentido del olfato y las ganas de regresar al trabajo. Carvajal dijo que las pruebas de recuperados son casi que imposibles de realizar, por lo que ella esperará un tiempo más para poder salir nuevamente y reincorporarse a su vida.

“Quiero que se tomen esto en serio en Costa Rica, la situación es muy complicada por aquí. Los felicito porque he notado las restricciones y el orden que está acatando la mayoría de la población”, concluyó Carvajal.

Estados Unidos es el país con más contagios en el mundo. La cifra sube a los 350 mil contagios, con más de 10 mil fallecimientos. Los norteamericanos han llegado a registrar más de mil muertes en un día.

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