Tomás Gómez
Mientras Costa Rica promueve protocolos de transporte de mercancías que limiten al mínimo la permanencia de transportistas extranjeros en el país, Nicaragua pretende que sus conductores puedan llegar hasta las empresas en suelo nacional.
Esa es, a criterio de la Ministra de Comercio Exterior, Dyalá Jiménez, la principal traba para solucionar la crisis fronteriza que en este momento afecta a todo América Central.
“Lo que ha habido aquí es una insistencia de parte del Gobierno de Nicaragua de que se permita entrar a los transportistas hasta las empresas y eso lamentablemente no lo podemos permitir porque ese margen no lo tenemos en la parte sanitaria”, señaló la jerarca.
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Jiménez dio sus declaraciones tras la conferencia de prensa habitual del medio día donde señaló que las condiciones actuales de la pandemia en el país vecino demandan mantener medidas de prevención fuertes.
Sobre las medidas recíprocas impuestas por Panamá y Honduras en los últimos días, la ministra indicó que tendrán repercusión financiera por los costos elevados que generan pero defendió la priorización que se hace de la salud.
“Es más sostenible que tener un contagio comunitario en el país, donde ahí se nos hace insostenible la parte sanitaria y la parte humana. En la parte comercial, la sostenibilidad es un punto en el que creo que entre los sectores privados y nuestros propios ciudadanos vamos a ir encontrando nuevas soluciones “, sostuvo.
Tocar puertas sin el presidente
Ante el agravamiento de la situación y la prolongación del cierre de la frontera con Nicaragua que ya cumple una semana diversos sectores productivos han demandado la intervención del presidente Carlos Alvarado, una medida que no está en el menú inmediato.
De momento, el presidente podría comunicarse con algunas de las cabezas de las cámaras sin adelantar medidas más fuertes.
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De acuerdo con la ministra Jiménez el tema se ha manejado desde el punto de vista comercial pero también se ha buscando consenso en diversos órganos regionales.
A manera de ejemplo citó el Consejo de Ministros de Integración Económica (Comieco) -que reúne a los jerarcas de las áreas económicas-, el Consejo de Ministros de Salud de Centroamérica (Comisca) y el propio Sistema de Integración Centroamericana (SICA).
En ese último los cancilleres de la región y el secretario general del órgano, Vinicio Cerezo, ya estarían evaluando la situación.
“Todo lo hemos estado moviendo en paralero”, sostuvo Jiménez.
Realidades críticas
Con las posibilidades de un acuerdo en punto muerto cientos de transportistas siguen acumulándose en las zonas fronterizas con acceso a pocas facilidades y la molestia se incrementa.
El presidente de la Asociación de Transportistas de Nicaragua, Marvin Altamirano, declaró a El Observador de que la responsabilidad de la crisis es tica y que ellos, como grupo, decidieron impedir la entrada y salida de mercancía.
“El responsable de esta crisis es Costa Rica, no es Nicaragua ni Centroamérica”, enfatizó.
Las autoridades salvadoreñas y los transportistas de ese país, por su parte, tantean medidas para que los camiones que están varados a la espera de ingresar a Costa Rica puedan retornar a su origen con las mercancías.
Para atender la situación, el Minisitro de Seguridad, Michael Soto, adelantó que hará una gira de campo durante el fin de semana para supervisar aspectos logísticos, de seguridad y las condiciones de los choferes varados.
