Tomás Gómez
Marta Eugenia Esquivel pasó de su estrado de jueza de trabajo -que combinaba con un cupo como magistrada suplente de la Sala IV- al piso 7 del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social donde ahora, como jerarca, deberá capitanear la recuperación de empleos.
El panorama pinta complejo. Ya desde antes de la pandemia el desempleo se aceleraba y, pese a la relativa recuperación, aún mantiene cifras récord sobre el 13%.
Del golpe de los últimos años, Esquivel hace un balance.
Por un lado es clara en lo malo: “En la pandemia el derecho más maltratado fue el derecho del trabajo, se generó esa división de sector público y privado”, comenta.
Por otro, habla de imitar la cultura japonesa y buscar las lecciones de las crisis. Adaptaciones, teletrabajo y otras modernizaciones son parte de lo destacado.
A su llegada al Ministerio, además, le quedaban de herencia diversos proyectos legales que podrían transformar el marco del trabajo en Costa Rica y en cuyo debate tendrá una voz clave.
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Su filosofía es que “un empleo digno es un empleo a largo plazo” y es ahí donde se quiere impactar.
Para los nuevos tiempos plantea además el reto de “cómo ir traspasando a quienes están en el sistema asistencial del Estado a pasar a formar parte de la fuerza de trabajo”.
Esta es parte de la entrevista que la jerarca concedió a El Observador.
La agenda de Trabajo y los “temas satanizados”
El proyecto que permitiría trabajar jornadas extraordinarias con cuatro días laborales y tres descanso (4/3) es uno de los primeros que convocó el nuevo Gobierno. Se trata de una iniciativa esperada por años en el sector productivo y que enfrenta algunos cuestionamientos políticos.
De entrada, la ministra adelanta que el tema está bajo análisis junto a sus colegas de Salud y el Inamu. Eso sí, pide ver las oportunidades que tendría la iniciativa para la generación de empleo y la atracción de inversiones.
“Como todo, tiene cosas buenas y cosas mejorables. Lo que no podemos hacer es desechar propuestas que puedan ser generadoras de empleo de antemano”, comentó.
“Yo creo que algunas veces satanizamos algunos temas sin hacer un esfuerzo adicional; sin ver si eso puede mejorar la calidad de vida de personas, el empleo, la inversión por un tema de confianza”, complementó.
Otro tema que calificó como “satanizado” pero con alto potencial para ayudar a la empleabilidad es la educación dual.
“La educación dual resulta un elemento vital en estos momentos de nuestra vida histórica”, indicó.
En esa línea mencionó la importancia de promoverla en todo el país y aprovechar el sistema de “clústers” que se viene generando por áreas específicas para que las oportunidades lleguen a todo el país.
“Qué es lo importante, que la gente no se venga a los centros poblacionales. Que sea en las costas, en la zonas rurales donde ha impactado de peor manera la crisis que se vayan generado ahí los espacios para que no vengan a los anillos de pobreza en San José a ser otro desempleado más”, comentó.
En la línea de pensiones, por su parte, adelantó que se verá una política de sostenibilidad para enfrentar la nueva composición social.
También habló de la informalidad, siempre presente en el mercado laboral regional y donde Costa Rica no es la excepción. Para ello recalcó la necesidad de generar más empleos de calidad.
Otra época para la Inspección Laboral
Otra de las reformas en debate es un proyecto del Frente Amplio que pretendía sacar al Poder Judicial de varios procesos donde intervenían las autoridades de trabajo.
La iniciativa quedó dictaminada en la Asamblea anterior pero Esquivel señala sus falencias legales y logísiticas.
“Es importante la revisión de los actos administrativos por el Poder Judicial. De hecho es una norma constitucional”, sentencia.
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Por el contrario, la nueva jerarca aboga por una revitalización de la Inspección Laboral, una de las áreas que más débiles ve en el Ministerio.
El inventario es que de las 38 oficinas regionales se tienen casi 2000 solicitudes pendientes, lo que genera molestia en todos los sectores.
Con capacitación y reestructuración, alega que esperan un cambio donde se resuelvan de manera directa las necesidades de los trabajadores.
“El trabajador lo que necesita es que se le pague su aguinaldo, no que el Ministerio de imponga una multa o que lo lleve a los tribunales porque no le pagaron el aguinaldo, porque puede ser que nisiquiera se lo paguen”, puntualizó.
Negociaciones, conflictos y otros temas
Uno de los momentos donde casi siempre aflora el Ministerio de Trabajo es en épocas de conflictos sociales; algo donde la nueva jerarca espera hacer ajustes.
Antes de diciembre, espera tener funcionando un “equipo élite de negociación” que atienda posibles descontentos. El proyecto espera que el grupo vaya más allá de lo político pues a su criterio los movimientos muchas veces tienen justificaciones más complejas y anteriores.
“A veces el conflicto que aflora no es el que está generando incomodidad sino lo que se trae de años no resueltos”, hace su lectura.
Esas negociaciones abarcarían también a los diversos grupos claves en el tema laboral como sindicados, patronos y otras agrupaciones.
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“Ya pasó a la historia el vernos como sectores, tenemos que buscar una visión de conjunto, pero yo estoy segura que la mayoría tiene como norte sacar este país adelante. Es una tarea difícil pero la única forma es en unión”, alentó.
Sobre otros temas abiertos como Empleo Público recordó que la rectoría la lleva el Ministerio de Planificación y que se revisará pues ya corre el tiempo para generar el reglamento que permitirá ejecutar la ley.
También dijo que habrá que esperar pronunciamientos clave de la Sala IV en temas como huelgas y lo propio que vaya generando Empleo Público.
