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Perro Luno cumplió tres meses encerrado en España y su dueña está desesperada

El perro Luno cumplió este lunes tres meses encerrado desde que llegó con su dueña a España en un vuelo…

Por Sergio Arce

Tiempo de Lectura: 4 minutos
Perro Luno cumplió tres meses encerrado en España y su dueña está desesperada
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El perro Luno cumplió este lunes tres meses encerrado desde que llegó con su dueña a España en un vuelo procedente de Costa Rica.

Andrea Torres, su propietaria, confiaba en que el animalito saldría entre este lunes y martes de la perrera pública de Madrid donde se encuentra desde hace más de dos meses.

Las tres semanas previas estuvo en una jaula en el área de carga del aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas.

En una breve comunicación con este medio, Torres contó que se siente desesperada porque no puede estar con su mascota de tres años.

“Aún sigue el perrito retenido en Madrid. Ya ha cumplido tres meses de estar encerrado. Aún no puedo ir. Estoy muy pensativa, ansiosa… quiero saber algo de él”, escribió en un mensaje de texto desde Murcia.

Ella vive a unas cuatro horas de la capital española y su traslado se le complica, en especial porque por el incidente con su perrito Luno ella perdió su trabajo en Francia.

OBSERVE MÁS: Caso de Luno en España: dueña no ve a su mascota hace un mes y perdió su trabajo tras el incidente

Pero, además, gastó sus ahorros en el primer mes cuando decidió quedarse a Madrid para tratar de recuperar a su mascota.

¿Por qué sigue encerrado?

Mónica Olivares, responsable de la Asociación para la Gestión Ética y Responsable de los Animales Abandonados (Ageraa), comentó a este medio -días atrás- que la legislación europea establece un periodo máximo de “encierro” de tres meses.

El Reglamento 576/2013 del Parlamento Europeo y del Consejo Europeo establece que los animales pueden ser enviados a una cuarentena mientras se cumplen los requisitos de ingreso.

Olivera comentó que, según sus fuentes del aeropuerto, a Luno le colocaron un microchip y lo vacunaron contra la rabia (lo que no tenía a su llegada al país ibérico).

Ante esto el animalito pudo haber sido enviado con su dueña. Pero esto no ocurre. Y tanto ella como Andrea Torres aseguran que las autoridades de salud animal no les dan explicaciones del por qué Luno sigue encerrado.

El Partido Animalista Contra el Maltrato Animal (Pacma) se ha unido en la defensa de Andrea y Luno ante diferentes instancias (también de la mano de Ageraa).

La más reciente es el Tribunal Superior de Justicia de Madrid, que la semana pasada admitió un recurso interpuesto contra la retención del animal. Este cuerpo judicial podría adoptar una medida expedita (vía rápida y de emergencia).

OBSERVE MÁS: Herido, nervioso y llorando mucho: así está Luno el perro retenido en España desde marzo

Herido en su cabecita

Algo que tiene molesta a Andrea, a Ageraa y a Pacma es que Luno sufrió una herida en la jaula del aeropuerto.

“A Luno lo envían a un jaulón que a lo mucho es para que un animal esté un día… ¡Y eso ya es mucho! En ese jaulón se hizo una herida en el cráneo que no tenía cuando llegó a España”, expresó Olivera a este medio.

Esta es la herida que Luno tiene en su cabecita y que no tenía a su ingreso a España.

La representante de Ageraa asegura que los responsables del área veterinaria de la terminal no dan explicaciones sobre lo ocurrido.

Tampoco -agrega- dan cuentas sobre el tratamiento que le dieron a Luno tras el suceso en la perrera.

 

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Los tres errores que tienen a Luna encerrado

Nicaragua: el primer error

Olivera detalló la seguidilla de errores que se dieron antes del 13 de marzo. El primero se dio en Nicaragua, país donde Andrea se encontraba con su mascota.

La mujer -quien es ciudadana española y vive en una provincia de la nación ibérica- hizo sus gestiones de viaje con una agencia.

“Andrea ha pedido disculpas por la desinformación que ella tuvo en el país donde inició el viaje”, dijo Olivera.

De acuerdo con lo que Andrea le expresó a Ageraa, en la agencia nunca le advirtieron sobre los requisitos establecidos en la legislación europea para el ingreso de mascotas.

La única indicación que la agencia le dio fue que acudiera a la entidad sanitaria responsable (el IPSA, Instituto de Protección y Sanidad Agropecuaria) para que la guiaran.

Una vez allí el IPSA le entregó un documento que únicamente indica que Luno tenía permiso para salir de Nicaragua y viajar a España.

Olivera es enfática en subrayar que este organismo estatal tenía la responsabilidad de indicarle a Andrea Torres que Luno necesitaba viajar con un microchip instalado en su cuerpo (con datos de identificación).

Pero además se le debía realizar un test serológico (para descartar la existencia de la rabia) en un laboratorio autorizado y también debía estar vacunado contra esta enfermedad.

Costa Rica: el segundo error

Como no hay vuelos directos entre Managua y Madrid, Andrea viajó a Costa Rica para tomar el vuelo desde el aeropuerto Juan Santamaría hasta la terminal Adolfo Suárez Madrid-Barajas.

Olivera agrega el segundo error se dio en suelo costarricense, puesto que aquí nunca se cercioraron de que Luno cumplía con los requisitos para viajar a tierras europeas.

Ella y su mascota solo presentaron el documento emitido en Managua y abordaron sin problemas. Nunca se les pidió ni la lectura del microchip ni la prueba serológica.

“Quiero que se le haga eco al hecho de que los responsables (líneas aéreas y funcionarios de salud animal) deben vigilar los protocolos para que casos como el de Luno se vuelvan a repetir.

“La documentación debe revisarse muy bien. Es importante evitar que más animales pasen el calvario que vive Luno”, expresó Olivera desde Madrid.

España: tercer error

Una vez en España, Andrea recibe la noticia de que su mascota no solo no puede ingresar a suelo ibérico. Si no que debe ser recluido en una perrera mientras se define su futuro: o lo envían de vuelta al país de origen o lo sacrifican.

Sin embargo, a ella nunca se le explicó -relata Olivera- una tercera medida que la legislación europea también contempla: la cuarentena por un plazo no mayor a los tres meses mientras el animalito cumple con los requisitos.

“Andrea se encuentra ante una situación de absoluta injusticia, sin ser conocedora de la normativa española en materia de derechos de animales.
“Hay una vía abierta ante el Tribunal, que es una vía expedita ante la posible vulneración de derechos constitucionales. Se trata del derecho a la aplicación de la norma en igualdad.
“Aquí se está aplicando la ley con cierta discriminación por el país de origen del que provino Andrea”, asegura la responsable de Ageraa.

Olivera insiste en que por culpa de una cadena de errores humanos, Luno está padeciendo unas “terribles circunstancias”.