Tomás Gómez
Los países más desarrollados y con poblaciones más envejecidas presentaban más preocupación por la potencial mortalidad de la pandemia pero en América Latina, con una masa de habitantes más joven, el problema está siendo igual o peor de serio.
Para los jóvenes en la región, el riesgo de morir es mucho más alto que el tendrían en un país desarrollado. También hay un aumento en las posibilidades de complicarse por la infección.
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Así lo alertó una investigación del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) en la que se intenta explicar el fenómeno.
Jóvenes con menos oportunidades
“Un paciente positivo promedio de covid-19 en el grupo etario de 40 a 49 años en la muestra de Colombia y México tiene estadísticamente la misma probabilidad promedio de morir por que un paciente en el grupo etario de 60 a 69 años en Canadá o Estados Unidos”, alerta el análisis del BID.
Para intentar una explicación, se ensayaron tres hipótesis generales:
- Tasa de contagio más alta: el sector joven de la población latinoamericana estaría más expuesto a contagios. En esto influiría por ejemplo la falta de oportunidades para temas como el teletrabajo.
- Mayor dificultad de recuperación: la atención hospitalaria es más compleja en la zona y hay menos disponibilidad UCIs para pacientes jóvenes
- Combinación: ambos factores previos podrían sumarse y verse potenciados por la dificultad de tener medidas contra el covid-19 como el distanciamiento o agua potable
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Respecto a la población de edad media, el BID halló además que América Latina este segmento tenía más factores de riesgo que en los países desarrollados.
Dilemas de cara a la vacuna
Los hallazgos del BID generan un conflicto respecto a la estrategia global de vacunación contra el covid-19.
Bajo la tendencia general de una mayor vulnerabilidad entre adultos mayores, lo obvio sería vacunar a este grupo primero mientras la población joven mantiene mayor actividad.
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Con los riesgos identificados, sin embargo, se deben tropicalizar las recomendaciones.
“Nuestras respuestas a la crisis deben prestar especial atención a otros factores, como las condiciones médicas preexistentes, las condiciones de vivienda y el acceso a la atención de la salud, a fin de proteger la vida de las personas a medida que avanzamos hacia la tan necesaria recuperación económica”, señaló el Banco.
