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Precio de la cocaína baja en Costa Rica y se modernizan mecanismos para camuflar droga en exportaciones

Aunque un kilo de cocaína recién producido en Sudamérica puede costar entre los $1.000 y $1.500, una vez que inicia…

Por Tomás Gómez

Tiempo de Lectura: 4 minutos
Precio de la cocaína baja en Costa Rica y se modernizan mecanismos para camuflar droga en exportaciones
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Aunque un kilo de cocaína recién producido en Sudamérica puede costar entre los $1.000 y $1.500, una vez que inicia su ruta de distribución por el mundo los precios se multiplican exponencialmente.

Colocado en la frontera de Estados Unidos, el mismo kilo puede costar $20.000. En Europa la situación se agrava y los valores oscilan entre los $30.000 y $50.000.

Pero, ¿cómo está la situación en Costa Rica?

Según Gustavo Nájera, Coordinador de la Fiscalía Adjunta contra el Narcotráfico y Delitos Conexos, el valor identificado de un kilo de esta droga en el país ronda los $6.000.

La cifra representa una baja de cerca de $1.000 con respecto al precio que se había identificado anteriormente cuando se registraban promedios de $7.000 por kilo de cocaína.

Entre las posibles causas de esta disminución en los precios se señala que la producción se da en los países del sur -comunmente el producto sale de Colombia pero también Perú tiene un segmento de producción-.

A eso se suma otro factor. Aunque el trasiego de la cocaína se enfoca en el envío a otros países, hay una parte que se queda en el país, con las consecuentes afectaciones sociales.

Envíos se modernizaron

Visto desde el punto de vista legal, el trasiego de la cocaína se analiza como parte del tráfico internacional, que sustenta la estrategia principalmente en la contaminación de contenedores.

“Esta modalidad busca ingresar sustancias ilícitas de diferente especie a mercancías lícitas que se transportan a través de nuestros canales de exportación a nivel internacional, llámese contenedores, carga aérea o cualquier otro medio de exportación; se ingresa esas sustancias ilícitas y se hacen llegar a organizaciones criminales que las han adquirido en diferentes latitudes del mundo”, explicó el Fiscal Nájera.

La colocación de las sustancias ilegales, sin embargo, ha tenido toda una evolución y modernización. Según se identifican los mecanismos y se aumentan los controles, la industria del narco evolucionado su logística.

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Anteriormente se detectaban prácticas como camuflar los estupefacientes en productos congelados, refrigerados o en tarimas.

Luego se pasó al “gancho ciego”. Esta consistía en introducir la droga directamente en los contenedores y sacarla sin problemas con contactos en el lugar de destino.

Más recientemente, la tendencia ha sido penetrar entre las operaciones de los puertos.

“La última metodología para contaminar contenedores, se determinó que era propiamente en el puerto, para lo cual, realizaban contactos, lograban infiltrar a los miembros de las compañías lícitas que operaban en los distintos muelles y, por medio de ellas, lograban ejecutar la práctica de contaminación; la metodología varía según la respuesta de las autoridades en puerto”, puntualizó Nájera.

La cocaína que sale del país suele detectarse en puertos de Europa, sobre todo en España, Alemania y Holanda. La Fiscalía destaca que esos países tiene herramientas legales que permiten el abordaje (Archivo)

Un problema para las exportaciones

Al abordar el tema de la cocaína, las autoridades recalcan que existe el problema de que siempre será un negocio de “ganar-ganar” para el narcotráfico.

Así sean 50 o 100 kilos, ya colocados en el extranjero representan ganancia. No obstante, los movimientos detectados han sido mayores.

La estadística de la Policía de Control de Drogas cerró el 2022 más de 11.000  kilos de aparente cocaína. Estos fueron detectados en 17 contenedores contaminados. 

Esa infiltración de contenedores lleva años dando dolores de cabeza al sector exportador.

“El exportador es una víctima de estos sucesos. No solamente por la mercancía que pierde en un decomiso, sino que estamos sujetos a las pérdidas de contratos internacionales, certificaciones, y lo más importante: la credibilidad de nuestra oferta exportable y, la imagen de nuestro país”, dice la presidenta de la Cámara de Exportadores de Costa Rica (Cadexco), Sianny Villalobos.

La amenaza los ha llevado a tomar medidas como:

  • inspecciones adicionales de mercancía
  • monitoreo electrónico para trazabilidad de los productos
  • videovigilancia de plantas, zonas de carga y contenedores
  • mecanismos de cierre que alerten sobre posibles aperturas
  • personal adicional de seguridad
  • ajustes de logística del transporte, reduciendo hasta el número de paradas para bajar todos los riesgos

“Estos esfuerzos implican en gran medida costos adicionales para el exportador”, detalló Villalobos.

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Otro de los datos señalados por el Fiscal es que la mayoría de detecciones se han dado en la terminal APM Terminals, de Limón.

Se intentó conocer la posición de la empresa, así como los desafíos que representa el problema; sin embargo, no hubo respuesta.

Las investigaciones por el tráfico de cocaína y drogas en general son complejas según las Fiscalía. Estas pueden tardar hasta 2 años, con nexos dentro y fuera del país, además de grupos de hasta 10 personas donde todos tienen roles diferentes (Archivo)