Desde la columna

Que no nos confundan los interesados en provocar enfrentamientos de clases en nuestro país

Por Arturo Apéstegui/ Abogado He visto con atención un video del Canal 15 de la Universidad de Costa Rica (UCR)…

Por Desde la Columna

Tiempo de Lectura: 4 minutos
Que no nos confundan los interesados en provocar enfrentamientos de clases en nuestro país
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Por Arturo Apéstegui/ Abogado

He visto con atención un video del Canal 15 de la Universidad de Costa Rica (UCR) que circula en redes sociales. No conozco personalmente a Steve Aronson ni a Carlos Cerdas, ni tengo relación con sus empresas, así que no tengo nada que decir de ellos.

A don Rodolfo Jiménez sí tengo el gusto de conocerlo desde hace muchos años y FIFCO me ha honrado con su confianza durante cerca de 20 años que he sido uno de sus abogados. Por ese conocimiento que tengo me voy a referir algunas de las conclusiones o “descubrimientos” de la “investigación” que se publica con este vídeo.


Primero el tema personal: don Rodolfo Jiménez es una gran persona, un poco tímido por lo que muchas veces tal vez pasaba por pesado, pero buena persona, con gran sentido social, del cual poco se conoce pues no es amigo del auto bombo. Como empresario es ejemplar, ojalá tuviéramos más como él. Al parecer su éxito es su gran pecado, ciertos sectores lo miran con la envidia, sospecha y recelo con que ciertos ticos ven al que le va bien.

Sí, entre otras empresas, con otros socios creó Pops, y trajo Mc Donald´s, desarrolló Condovac y con gran éxito ha administrado las empresas que compró su papá junto a varios socios en la década de los 40, cuando los fundadores de la cervecería y de Juan Viñas, temerosos por el rumbo entonces del país, decidieron venderlas.


La “investigación” del video en cuestión, dice que entre las tres personas mencionadas perciben por año $2,388 millones, pregunto, ¿De dónde perciben ellos personalmente esa suma? ¿Lo dice la “investigación” en algún lado? ¿Será que hablan de los ingresos brutos de las empresas y se los atribuyen a ellos personalmente? O sea, ¿Estarán atribuyéndole a don Rodolfo Jiménez, en lo personal, la totalidad del ingreso bruto de Cervecería -empresa que nos pertenece a mas de 2,000 accionistas (ninguno con mas de 10%)?

Extrañamente la “investigación” no menciona que Florida Ice and Farm Company S.A. (FIFCO) -la que se transa en bolsa y nos pertenece a más de 2,000 socios- es una tenedora de acciones sin actividad empresarial y que ésta se desarrolla en diferentes compañías, principalmente en Distribuidora La Florida en Costa Rica, Alimentos Kerns en Guatemala, la Cervecería de Nicaragua y una cervecería en Estados Unidos.


Los investigadores solo mencionan a FIFCO para decir que declara cero utilidades, pero no aclaran que como grupo empresarial a nivel consolidado, ha pagado, solo en renta en los últimos 10 años, un promedio cercano a $43 millones al año, y entre todos, los impuestos que cobra y paga, son más de $300 millones al año en impuestos que paga. ¡Así como que muy objetiva, científica y profunda no fue la investigación al omitir esos hechos!

Es cierto, hay compañías del grupo que no ganan, que son negocios de largo plazo, que se mueven lento y que tienen gastos grandes de infraestructura -los inmobiliarios por ejemplo- como Reserva Conchal, Ecodesarrollo Papagayo y Desarrollos Hoteleros de Guanacaste, que probablemente son casos así.

Pregunto: ¿La investigación profundizó en las actividades de estas sociedades y en sus números para presentar conclusiones válidas, no sesgadas?

La amnistía: entre 2002 y 2012 FIFCO y el Estado se pelearon cada año por la metodología de cálculo de un impuesto específico a las bebidas. En 2012, se aclaró el punto, por una reforma legal. Pero los pleitos viejos seguían y podían durar varios años y podía ganarlos cualquiera. El Estado, siendo muy práctico dijo “es mejor un mal arreglo que un bien pleito” y “más vale pájaro en mano que cien volando” y propuso a los contribuyentes (a todos los contribuyentes del país) el pago de sus impuestos atrasados o en disputa sin multas ni intereses.

FIFCO fue una de las que aceptó el trato y le pagó al Estado casi 23 mil millones de colones (cerca de $43 millones). Entonces no es que no se pagó nada, sí se pagó y mucho; si no se hubiera acogido a la amnistía, esos 23 mil millones no hubieran entrado a las arcas del Estado, los pleitos seguirían y al final cualquiera de las dos partes habría podido ganar.


FIFCO es probablemente la empresa más transparente del país, más que cualquiera de las de Gobierno (INS, ICE, bancos, CNFL, RACSA, FANAL, etc). Al ser una de las empresas más grandes y mejor administradas del país, constantemente están en la mira de todo mundo. Es Gran Contribuyente, así que su situación tributaria es observada de cerca y en detalle todo el tiempo por la Tributación Directa. Al estar en bolsa, sus estados financieros son públicos y todo hecho relevante debe ser informado, y además, una vez al año hay una asamblea de accionistas, con asistencia multitudinaria, donde se da cuentas de todo y se contestan todas las preguntas que los accionistas hagan.

Me imagino que en el mundo de los “investigadores” lo ideal sería que la Cervecería fuera pública, que fuera otra FANAL, RACSA o CNFL y que tuviera un sindicato como el del ICE o JAPDEVA. Ahora bien, si algún mérito tiene el vídeo es que al final queda claro su propósito: defender las prebendas de algunos empleados públicos. Es obvio: primero critica que en la empresa privada se hayan reducido jornadas o reducido salarios en aras de mantener empleos y salvar empresas y claramente dicen que eso jamás debería suceder en el sector público.

En mi caso particular, en la empresa para la que trabajo (EY), negociamos el rebajo de salario de los colaboradores de más alto rango, pero sinceramente, yo me siento aliviado de saber, que aunque percibo menos salario, tengo trabajo y orgulloso de haber contribuido, pues gracias a esa colaboración no hemos tenido que prescindir de nadie por motivo de la pandemia. Claro, mi mentalidad es diferente a la del investigador que tan ardorosamente sostiene que la forma de sacar adelante al país es con más impuestos y sin ajustar -aunque sea un poquito- el gasto del Estado y los ingresos de algunos de sus funcionarios -no de todos, pero al menos de los que están en su casa haciendo poco o nada.

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