Josué Alvarado
A nivel nacional, la cantidad de becas de estudio Avancemos disminuyó en un 26,6% si se comparan los registros del primer semestre de 2022 con los de 2023.
Este recorte, que el Instituto Mixto de Ayuda Social (IMAS) prefiere llamar un “ajuste” a la baja, afecta a todas las regiones del país y también a personas de todas las edades.
Un reciente reporte emitido por el instituto confirma lo que El Observador había informado semanas atrás sobre la disminución de la cobertura del programa Avancemos.
Dicho documento señala que para el cierre del primer semestre del 2023 había 278.251 personas beneficiadas con esta beca de estudio. Pero en el mismo periodo del año anterior se reportaban 379.106.
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Sin beca
En una entrevista con El Observador la presidenta del IMAS, Yorleni León, aseguró que los recortes se centraban en los beneficiarios de primera infancia e infancia. Es decir, a los de escuela, kínder o prekínder.
Destaca la eliminación de 30.651 cupos para menores de primera infancia, es decir, menores de seis años.
Esto se basa en una decisión del Consejo de Coordinación de Avancemos, que acordó solo brindar este beneficio a menores de primaria o grados superiores y no a los de menor edad.
En el caso de recortes en cupos para menores de primera infancia e infancia, la justificación del Gobierno es que para estos periodos la beca no es indispensable y no define si el menor sigue en el sistema educativo.
Sin embargo, los datos también señalan un recorte de 28.040 cupos para adolescentes, entre 13 y 18 años, una población que la misma León reconoce tiene riesgo más riesgo de abandonar los estudios debido a la condición de pobreza o pobreza extrema.
Esto significa que el recorte para adolescentes fue de 19,64%.
"La consecuencia más preocupante es un incremento en la deserción educativa. Particularmente, en las y los estudiantes de secundaria en edad para trabajar", comentó el economista del Colegio de Ciencias Económicas, Luis Vargas.
"Estos programas son un mecanismo de contención para que las personas jóvenes permanezcan en el sistema educativo y no abandonen sus estudios para contribuir con los gastos del hogar", añadió en una entrevista con El Observador.
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Reducción en todas las regiones del país
Las 10 regiones en las que el IMAS divide su cobertura muestran disminución.
Una de las reducciones más importantes se da en la región Huetar Caribe, donde la baja es de 15.123 cupos, es decir, la cobertura disminuye un 26,65%.
En Cartago también hubo 14.243 beneficiarios menos durante el 2023 (-30,64%), en la Región Brunca 13.517 menos (-24,79) y en Alajuela la diferencia fue de 11.996 (-32,30%).
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Esta reducción de beneficiarios de los programas sociales se da al mismo tiempo en el que se calcula que la población pobre del país está aumentando, según cálculos de la Universidad de Costa Rica (UCR).
"Hay que recordar que una parte significativa del ingreso de los hogares más pobres son los programas sociales, por lo que su recorte incide directamente en el posible incremento de la pobreza", explicó el economista Luis Vargas.
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Becas de Avancemos no llegaban a personas pobres, asegura el IMAS
El IMAS, el Ministerio de Educación Pública (MEP) y el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS) "ajustaron" la población de meta del programa de becas Avancemos por varias razones.
Primero, por falta de presupuesto. León explica que el Gobierno de Carlos Alvarado tenía beneficiarios sin contenido, por lo que para cerrar el año pasado debieron buscar ¢21.000 millones.
Para que no ocurriera lo mismo este año, la cobertura se reduce a un número que depende directamente del presupuesto que tienen con certeza, pues fue el que ya se le asignó.
Esta fue la misma razón por la que hubo un "ajuste" de 7.000 cupos a la baja en la Red de Cuido, debido a metas muy ambiciosas para las que no se tenía presupuesto para este 2023.
Pero otra razón sobre las becas de Avancemos, según dijo, es que algunas de ellas no estaban llegando a quienes realmente las necesitan.
Aseguró que los cupos cerrados corresponde a personas que no estaban en condición de pobreza o pobreza extrema, tal y como establece la ley y según lograron determinar tras estudiar los datos disponibles en el Sistema de Monitoreo y Evaluación (Sinirube).
Con estas justificaciones, el recorte de becas hecho por el Gobierno de un año a otro es de 100.855, es decir, un -26,60%.
