Krissia Morris Gray
Quienes lograron recuperarse del covid-19 podrían enfrentar un nuevo problema en su salud si no tienen los cuidados médicos requeridos. Entre las secuelas, algunas personas podrían sufrir insuficiencia cardiaca.
Este padecimiento podría generarse tanto en personas con factores de riesgo o daños preexistentes, como en aquellas que no tienen manifestaciones de un mal de fondo.
Álvaro Áviles, jefe de infectología del Hospital México, explicó que en una persona con covid-19, su corazón sufre una invasión directa del virus.
“Cuando el virus afecta a la persona, los receptores (que regulan la presión del corazón) alteran su cantidad y su calidad y el corazón comienza a inflamarse”, aseveró Áviles.
Detalló que cuando eso ocurre, el corazón puede presentar problemas para realizar el bombeo correcto de la sangre.
Por su parte, el doctor Alberto Laínez, médico de Coopesiba R.L. señaló que esta inflamación, llamada miocarditis, también podría provocar otras lesiones como arritmias cardíacas e infartos.
“Los pacientes que pueden presentar hasta 20 veces más posibilidades de hacer algún evento cardiovascular post covid-19 son los diabéticos, con enfermedades renales, fumadores, hipertensos, con obesidad o con algún otro factor de riesgo”, alertó Laínez.
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Síntomas
Laínez añadió que la miocarditis es una enfermedad isquémica por afección de las arterias coronarias y la formación de coágulos.
De acuerdo con el especlista, las personas presentan los siguientes síntomas:
- Falta de aire
- Palpitaciones
- Latidos irregulares
- Dolor de pecho
- Inflamación de tobillos
- Falta de aire al dormir
Los daños en el corazón pueden presentarse, no solo en personas con largas estancias hospitalarias, sino también en aquellas que no necesitaron llegar a un centro médico para su atención.
“Pero es más fácil que ocurra en una persona con un daño preexistente”, enfatizó Avilés.
Avilés llamó la atención en el sentido en que, pese a que la pandemia tiene año y medio de presencia, todavía la enfermedad covid-19 es nueva, por lo que se estudia con mucho detenimiento.
A esto sumó que las disfunciones que se puedan generar, producto de covid-19 no deben verse de manera generalizada, sino desde una condición específica de cada persona.
Incidencia de enfermedades cardiacas
La preocupación de los médicos se basa en que antes de la llegada del covid-19, los infartos agudos del miocardio ya eran la principal causa de muerte en el país.
De hecho, el año pasado, 1.364 personas perdieron la vida a causa de este padecimiento. Sin embargo, en 2020 los efectos del coronavirus provocaron 2.276 muertes, según cifras del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC).
Por otro lado, la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) estimó que para el 2020 habría atendido a 685.352 personas por problemas circulatorios.
“Si Costa Rica es un país que se está llenando de personas gorditas, en donde hay una gran cantidad importante de diabetes, de trastornos de colesterol, de malos hábitos alimentarios, de muy pobres hábitos físicos, inevitablemente es de esperar que tengamos una gran cantidad de personas que vayan a tener secuelas en el corazón a causa del covid-19”, señaló Avilés.
Antes del covid-19, los infartos del miocardio eran la principal causa de muerte. El covid-19 podría acrecentar esta situación (Cortesía Gerd Altmann, Pixabay).
Chequeos necesarios
En el caso de las personas que tuvieron covid-19 y presentaron algunos de los síntomas antes mencionados, como palpitaciones o falta de aire, se recomienda realizar chequeos para conocer si provienen de una afectación del corazón provocada por el virus, señaló Laínez.
“Superada la enfermedad, las personas deben realizarse un electrocardiograma en reposo, este examen nos permite ver si existen algunos datos que revelan si existe un problema en el corazón.
“Posteriormente, un ecocardiograma o ultrasonido para saber cómo está funcionando ese músculo cardiaco”, adujo el médico.
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¿Y los ejercicios?
Laínez advirtió que los pacientes recuperados por covid-19 y que sobrellevaron la enfermedad de forma severa no deben retornar a la actividad física intensa antes de los tres meses.
A esto añadió que si tuvieron afección severa de inflamación cardiaca o pulmonar deberían ser valorados por neumología y cardiología para conocer con qué intensidad y regularidad deberían reiniciar el ejercicio.
Los que presentan síntomas leves posterior a enfermedad deben caminar con un bajo nivel de intensidad y fuerza antes de iniciar ejercicio cardiovascular.
“Las personas con síntomas persistentes o covid-19 prolongado, es decir, que presentan síntomas como tos, fiebre y falta de aire es necesario que se sometan a una valoración previa a la actividad que van a realizar”.
“Se propone llegar sólo a un 60% de la frecuencia cardiaca máxima para evitar complicaciones”, manifestó el médico.
Krissia Morris Gray
