Paula Ruiz
La llegada de Rodrigo Chaves al poder fue histórica al lograrla en un partido político que recién se formó en 2018: el Partido Progreso Social Democrático (PPSD).
Pero, pasados los primeros 12 meses de gestión, el distanciamiento con esa agrupación creció.
El PPSD tuvo entre sus fundadoras a Luz Mary Alpízar, quien actualmente es diputada oficialista y presidenta de esa bandera.
El camino para encontrar casa electoral fue largo, para un figura con casi tres décadas fuera de Costa Rica y sin trayectoria política.
Primero, Chaves buscó la candidatura con el Partido Republicano Social Cristiano (PRSC), pero no la logró concretar porque “los términos que acordamos inicialmente no fueron cumplidos” por el ahora presidente de la República, expuso en ese momento, Otto Roberto Vargas, líder de la agrupación partidaria.
Luego, exploró una alianza y mantuvo encuentros con Eli Feinzaig, del Liberal Progresista, y Mario Redondo, de Alianza Demócrata Cristiana, en marzo de 2021.
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Como esto tampoco se concretó, encontró casa en el PPSD donde lo arroparon y lo convirtieron en el candidato oficial.
De forma paralela, Chaves invitó a la periodista Pilar Cisneros a unirse a su plan, aunque en el pasado, ella había descartado sumarse a la política. Cambió de criterio e hicieron mancuerna a tal punto que la publicidad de la campaña estuvo basada en ambos.
¿El poder que divide?
La agrupación llegó al poder y a solo tres meses, en la Asamblea Legislativa se comenzó a hablar de la posibilidad de una separación de la bancada oficialista.
En ese momento no quisieron confirmarlo, pero con el pasar del tiempo ya fue imposible ocultar las rupturas. Al punto que, recientemente, la fracción emitió un voto de censura -cuya figura solo existe para ministros- hacia Luz Mary Alpízar.
Así, la relación rota entre Alpízar y Chaves evidencia que no hay influencia del PPSD sobre el Gobierno.
Actualmente, no hay jerarcas con afinidad a esta agrupación, ni tampoco con una formación extensa en ese partido.
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El politólogo Sergio Araya consideró que la falta de arraigo partidario sí pasa factura dado el componente político en cada puesto, pese a que Chaves y su Gobierno buscan la forma de designar las figuras al estilo de empresa o corporación.
Recordó que en casos tradicionales, como en el Partido Liberación Nacional (PLN) y Unidad Social Cristiana (PUSC), ese arraigo servía como pararrayos cuando había conflictos entre figuras del gabinete.
“Cuando se trata de gobiernos que provienen de partidos más constituidos, quizá esas discrepancias se dan, son reales, pero muchas veces se canalizan a lo interno de las agrupaciones políticas. Es decir, el conflicto se da al interior de la agrupación política y rara vez se filtra”, destacó.
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De esta manera, es claro que está la ausencia de un operador político partidista que se encargue de conflictos, sin una estructura interna que pueda ayudar a gerenciar las discrepancias.
A pesar de las fracturas internas, la fracción busca mantener un bloque en las votaciones del Congreso. Con algunas excepciones, se sigue la línea, por ejemplo, hace una semana con la votación del directorio legislativo y el apoyo para Rodrigo Arias, tal y como lo solicitó Chaves a sus diputados afines.
Distanciamiento público
Chaves expuso públicamente su distanciamiento con Luz Mary Alpízar al aducir que sus votaciones en Plenario han sido cercanas al Frente Amplio y Liberación Nacional.
“Yo con doña Luz Mary dejé de hablar hace mucho tiempo; tengo que reconocer que en lo personal, Rodrigo Chaves y ella nos hemos distanciado cada vez más”, dijo Chaves a mediados de marzo.
“Sí veo que ha habido un distanciamiento en lo personal y programático entre el Gobierno y la fracción de un lado y la señora Alpízar y el partido que representa, de otro”, amplió.
Por su parte, la diputada oficialista no se mostró arrepentida de haber prestado su partido como plataforma para la llegada de Rodrigo Chaves al poder y negó cualquier posibilidad de declararse independiente.
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Un año electoral
En los últimos meses, figuras cercanas al Chaves iniciaron la fundación de un nuevo partido que se mantiene en trámite ante el Tribunal Supremo de Elecciones (TSE).
Uno de los motivos expresados por el diputado oficialista Manuel Morales para asistir a eventos del Partido Pueblo Soberano (PPS) tiene que ver con su queja de que Alpízar no los ha incorporado a trabajos para las elecciones municipales de 2024.
En esta agrupación también se ha visto a Paola Nájera, legisladora de PPSD.
El analista, Daniel Calvo, apuntó a que este año se tendrá que poner atención a este tipo de situaciones dentro de la fracción oficialista que podrían generar una división interna.
“En el caso del partido de Gobierno, diría yo que hay una nebulosa sobre qué irá pasar con cual partido van a respaldar en elecciones municipales. Me parece a mí que no va a ser el partido Progreso Social Democrático que están peleados con Luz Mary”, expresó.
“Habrá que ver si es con Pueblo Soberano, que ahí veo trolles en las conferencias de prensa diciendo que Pueblo Soberano va arrasar en elecciones municipales. Yo no sé si también le meterán el hombro a Natalia Díaz en algunos cantones para que gane”, amplió Calvo.
Sobre Natalia Díaz, se refiere al partido Unidos Podemos que ella fundó y del cual tuvo que renunciar a su militancia para poder ejercer como ministra de la Presidencia.
La jerarca descartó renunciar al cargo para dedicarse de lleno a hacer campaña política para los comicios municipales.
Calvo incluso, previó que este año electoral podría provocar una división a tal punto como sucedió en octubre de 2020, cuando la mitad de diputados de Restauración Nacional se declaró independiente para unirse a la apuesta política de Fabricio Alvarado con Nueva República.
Para el analista, el presidente de la República tendría claro que sus legisladores más afines están más cerca de Pueblo Soberano que del PPSD.
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Manuel Morales, diputado de PPSD se quejó de que Luz Mary Alpízar, su compañera de bancada y fundadora del partido, no los incorporó para las elecciones municipales. Por eso, él participa en Pueblo Soberano.
