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Tannia Moya para El Observador
Hace días vengo notando que algunos conocidos o amigos, principalmente en Facebook, anunciaron que, por un tiempo, se van a desconectar de las redes sociales.
Justamente leyendo sobre el tema, encontré un periódico español que mencionaba que, aunque ya habían vuelto, famosos como Selena Gómez, Justin Bieber o Ed Sheeran, entre otros, son algunas de las estrellas que decidieron desconectarse de estas plataformas sociales, en algún momento de su vida porque se sentían saturados.
La Asociación Americana de Psicología desde el 2017 dijo que los principales problemas mentales asociados al uso de las redes sin control son el estrés y la depresión. Al parecer, principalmente, por la comparación permanente con otros que, en teoría, tienen vidas más interesantes y felices.
¿Abrumado por las redes sociales?
Ante la gran cantidad de información que diariamente nos rodea, y creo que esto se agravó, en gran medida, con la pandemia que nos obligó a conectarnos digitalmente más tiempo del que estábamos acostumbrados, ha venido creciendo el detox digital.
Se trata de un movimiento mediante el cual cada vez más cantidad de personas sienten la necesidad de darse un espacio, por un tiempo determinado, para volver a conectarse con el mundo 1.0. Ellas se alejan de las plataformas digitales sociales y dispositivos electrónicos.
De esta forma logran concentrarse más en su trabajo y vida cotidiana, así como en sus relaciones con familiares, conocidos y amigos de manera física y no virtual. Todo esto para reducir el estrés y la ansiedad que tanta saturación de información les está causando.
Otro artículo señalaba que, en estudio del Happiness Research Institute, se comprobó que aquellos que se distanciaron temporalmente de Facebook –siete días– se sentían más felices que los que se mantuvieron enganchados. De estos últimos, un 34 % reconoció sentirse triste y un 25 %, solo.
El balance puede ser la respuesta definitiva
Aunque la desconexión digital puede tener efectos positivos, también es importante encontrar un equilibrio saludable.
Las redes sociales, a pesar de su lado negativo y el avance de las tecnologías, también nos han permitido establecer relaciones sociales con personas de todo el mundo conocidas o no, cercanas o lejanas.
También pueden ser herramientas de gran valor para la educación, cambios sociales, etc. De ahí la importancia del balance.
A lo mejor esto 3 consejos podrían ser útiles para los que se han sentido abrumados:
- Establecer lapsos durante el día para revisar las redes sociales evitando la sobreexposición.
- Seguir cuentas y personas que generen conocimiento y valor, concentrándose es aspectos positivos.
- Y para finalizar: dedicar momentos en la vida, pueden ser en las noches o fines de semana, para hacer lo que más nos gusta y relacionarnos con las personas que más valoramos.
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