Turning Points

Se llamaba Perseverance

` Christiana Díaz Hernández El 18 de febrero de 2021, un explorador robótico de una tonelada que llevaba un surtido…

Por Turning Points

Tiempo de Lectura: 4 minutos
Se llamaba Perseverance
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Christina Díaz Hernández (Paola Kudacki)

Christiana Díaz Hernández

El 18 de febrero de 2021, un explorador robótico de una tonelada que llevaba un surtido de artilugios y dispositivos científicos aterrizó en la superficie de Marte. Se llamaba Perseverance.

Los objetivos de su misión eran claros: estudiar la evolución geológica del cráter Jezero del planeta rojo, una región que alguna vez estuvo llena de canales de ríos y un cuerpo de agua del tamaño del lago Tahoe hace más de 3500 millones de años; buscar evidencia de posible vida microbiana que pudiera haber existido en el planeta en algún momento de su húmedo pasado, y recoger muestras de rocas y suelo de Marte. Las primeras imágenes que Perseverance transmitió a la Tierra desde el lugar de aterrizaje Octavia E. Butler mostraron panoramas extensos e inquietas tolvaneras, un paisaje que me recordó las novelas de ciencia ficción que leía de niña.

Como todos los grandes exploradores, Perseverance llevaba un acompañante. Ingenuity, un pequeño helicóptero que compartió el logro de realizar el primer vuelo controlado y propulsado en otro planeta, descendió velozmente junto con Perseverance y navegó por la superficie marciana.

Soy una ingeniera que tiene el privilegio de ser parte de la exploración continua de la NASA en el planeta rojo. Perseverance e Ingenuity son producto de los esfuerzos continuos de nuestro equipo en el Laboratorio de Propulsión a Chorro en California. Durante los últimos años, hemos trabajado una cantidad infinita de horas en esta misión y hemos superado obstáculos técnicos, problemas personales e incluso desafíos mundiales, todo por la oportunidad de escribir el siguiente capítulo en la historia de la exploración humana. Muchos caminos y muchas decisiones convergieron para que ocurriera este momento histórico para la humanidad, pero vale la pena recordar que cada uno tiene sus propias historias de exploración. Este año me ha dado muchos momentos para reflexionar sobre las mías y las de mi familia.

Aunque nací en Los Ángeles, mis padres y abuelos llegaron a Estados Unidos de México a finales de los años sesenta y principios de los setenta. Mis abuelos trabajaron en la construcción y en fábricas y su máximo deseo era que sus hijos tuvieran una buena educación. Hace varios años, traje a mi abuela Antonia, o nana Toñita, como le digo de cariño, al Laboratorio de Propulsión a Chorro a una jornada a puertas abiertas. A mi abuela siempre le encantó aprender, en especial sobre el universo, y no pudo ocultar su felicidad al observar a nuestros robots en la Tierra, que andaban afuera e interactuaban con los visitantes mientras presentábamos nuestro trabajo. Posteriormente, con los ojos llenos de lágrimas, me contó una historia que nunca olvidaré.

Poco después de que ella y mi abuelo llegaron de México a Estados Unidos, los dos empezaron a trabajar en la zona Garment District, hoy conocida como Fashion District, en Los Ángeles. Como inmigrantes indocumentados, la necesidad de llevar el pan a la mesa y el temor a ser deportados eran desafíos constantes. Un día, las autoridades migratorias detuvieron a mis abuelos y los llevaron a un centro de procesamiento. Mi abuela me contó que recordaba claramente que de camino escuchó la cobertura de la radio sobre los astronautas del Apollo y quedó maravillada de lo surreal que era que los humanos estuvieran explorando la Luna. Me imagino lo surreal que debió ser para ella visitar nuestro laboratorio tantos años después. Es una historia que siempre he tenido presente.

Los vehículos de exploración espacial que han aterrizado en Marte a lo largo de los años. En el sentido de las manecillas del reloj, desde arriba: Ingenuity (2021), Pathfinder Sojourner (1997), Opportunity (2004), Spirit (2004), Curiosity (2012) y Perseverance (2021). (Luz Maria Martinez Sierra)

En febrero, cuando Perseverance se sumergió en la atmósfera marciana tan solo segundos antes de aterrizar, vi los rostros de mi familia, que estaba conmigo vía Zoom. Yo me debía a ellos. Cuando celebraron, los ojos se me llenaron de lágrimas. “Mija, ya llegamos a Marte,” me dijo mi nana Toñita. “¡Somos exploradoras!”.

Recordé su historia sobre el Apollo y el círculo se cerró. Muchos de nosotros somos producto de inmigrantes como mi abuela, que creyeron que había algo más para ellos. No importa si vinieron a Estados Unidos en busca de más oportunidades, educación o seguridad, tuvieron el valor de dar esos primeros pasos hacia un mundo intimidante y desconocido. Lo arriesgaron todo y enfrentaron los múltiples desafíos de ser los primeros. Pero con su lucha y sus éxitos establecieron un sitio de aterrizaje para la siguiente generación y crearon un camino para que nosotros lo siguiéramos y fuera nuestra base para construir. Mi abuela había sido mi Pathfinder y yo era su Perseverance.

He llegado a percatarme de que la humanidad se parece más de lo que percibimos a nuestros exploradores robóticos antropomorfizados. Al igual que nosotros, vienen de generaciones de exploradores. En Marte, nos sostienen las bases que construyeron a lo largo de los años Curiosity, Opportunity y Spirit. Ahora, Perseverance e Ingenuity ponen a prueba los límites de las posibilidades.

Mientras tanto, seguiremos entretejiendo nuestro legado, nuestras ideas y nuestra imaginación. Diseñaremos nueva tecnología que nos ayude a ver mejor lo que hay allá afuera. No dejaremos de buscar un mejor mañana.

Miembros del equipo de Ingenuity en el Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA en Pasadena, California, reaccionan ante los datos que muestran que el helicóptero finalizó su primer vuelo en Marte el 19 de abril de 2021. (JPL-Caltech via Reuters)


Christina Díaz Hernández es ingeniera de sistemas de carga útil en la NASA.

Agenda Global 2022 es una serie que consta de ensayos, fotografías y gráficos sobre acontecimientos y tendencias observados durante 2021, pero cuya influencia continuará a lo largo de 2022 y más adelante.

Este artículo tiene una ilustración de Luz María Martínez, ingeniera de ambientes espaciales naturales en la NASA. Su ilustración muestra varios vehículos de exploración espacial que han aterrizado en Marte a lo largo de los años. En el sentido de las manecillas del reloj, desde arriba: Ingenuity, Pathfinder Sojourner, Opportunity, Spirit, Curiosity y Perseverance.

 

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