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The Suicide Squad: mejor que la primera

@Popcorn506 para El Observador El escuadrón suicida ha vuelto después de su primera aparición, hace cinco años y esto es…

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The Suicide Squad: mejor que la primera
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@Popcorn506 para El Observador

El escuadrón suicida ha vuelto después de su primera aparición, hace cinco años y esto es algo que hemos esperado con ansias, porque teníamos altas expectativas. Finalmente, se han cumplido.

Seguramente, hayan acontecido distintos sucesos extraños con este estreno. El primero es que esta es una película que, a pesar de tener un precedente poco agraciado, contaba con el cariño del público y con la esperanza de que iba a resultar mucho mejor que la primera de la saga.

Segundo, a diferencia de lo que hemos vivido en la grandísima mayoría de películas del género en los últimos años, aquí estamos ante una producción en la que no se esconde la violencia, sino todo lo contrario. Por este motivo, la calificación en Estados Unidos ha sido de R, y esto ha limitado mucho el acceso en salas a las proyecciones.

Además, en su país de origen, el estreno se ha visto simultáneamente con el streaming en HBO+, por lo que la recaudación en taquilla también se ha visto seriamente perjudicada. Es una lástima que esto se haya dado así, ya que la película es una auténtica compilación de diversión, entretenimiento, acción y adrenalina.

En esta ocasión, un grupo de súper villanos liderados por Amanda Waller tienen que ir a la isla de Corto Maltese para impedir que el proyecto de los dictadores de este pequeño país pueda completarse y poner en peligro a todo el mundo.

La película comienza bien, con sus pequeñas dosis de humor y de acción, que van creciendo progresivamente a lo largo de todo el filme, con un ritmo perfecto, dosificado, implacable, con tal maestría que culmina en emoción.

Los personajes, tan bien definidos como pide esta historia, son parte esencial para que el guion funcione como una máquina de relojería. Cada uno de ellos es coherente con sus antecedentes, con sus anhelos y con sus capacidades. Y cada uno de ellos juega su parte con todo lo que pueden aportar.

De este modo, van surgiendo competencias, rivalidades y duelos que se van resolviendo, tal y como pide el instinto del espectador, casi inconsciente, cayendo ante la trampa tan clásica que aparece en pantalla. Pero es una trampa, la del conflicto menor, tan efectiva, que parece extraño que no se use más a menudo.

Gran parte de las miras están puestas en el personaje de Harley Queen, interpretado por la maravillosa Margot Robbie, ya que es uno de los iconos de esta saga y uno de los caracteres más queridos.

Pero, honestamente, hay otros que siguen su estela y consiguen acaparar la atención de muchos espectadores. En este sentido no podemos más que destacar a los personajes encarnados por Idris Elba, John Cena, Daniela Melchior, David Dastmalchian y al King Shark interpretado por Sylvester Stallone.

El presupuesto de la película ha sido muy grande y seguro que una gran parte se ha ido a pagar los sueldos de las grandes estrellas. Pero no podemos ignorar que el cuidado en el diseño de producción ha sido espectacular, como corresponde a una película de estos niveles, y tanto en ambientación, decorados, vestuario como en efectos especiales y posproducción, los resultados están a la altura.

En conclusión, vemos en The Suicide Squad un resucitar muy interesante de este conjunto de villanos, sobre todo en comparación con la primera entrega dirigida por Ayer.

James Gunn ha sabido sacar un mayor partido a sus personajes, llevando el tono de la película a lo que, precisamente, piden estos y también pedimos los espectadores.

Un punto de agresividad más elevado, sobre todo en los detalles visuales, y algo más de irreverencia y tenemos un producto que se distancia de todo el material que ha ido sacando Disney en los últimos años. Esa diferencia, creemos, quedará marcada para los próximos tiempos como tendencia.

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