Paula Ruiz
Un grupo de venezolanos permanece detenido desde el 22 de setiembre, luego de disturbios en Paso Canoas, los cuales involucraron un enfrentamiento con la Fuerza Pública.
“Siguen detenidos porque el consulado de Venezuela no los ha identificado y ocupamos identificación oficial para poderlos enviar”, informó Mario Zamora, ministro de Seguridad Pública.
El plan es deportarlos a su país y para ello requieren la compra de los tiquetes aéreos que permitan su traslado.
Zamora indicó que todos los involucrados que quedan pendientes de deportación son venezolanos. También se había detenido a un colombiano que era buscado por haber asesinado a un policía en su país y otras tres personas que habían solicitado refugio a Perú y Ecuador, lo cual implica que serían devueltos a estas naciones.
Todos los detenidos son hombres.
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Los hechos
Entre el 22 y 23 de setiembre el grupo de migrantes estaba vendiendo de manera ambulante dentro del campamento improvisado en Paso Canoas.
Los disturbios surgieron una vez que la Policía requisara alimentos y bebidas que estaban en venta.
Algunos migrantes lanzaron piedras a la Policía y bloquearon momentáneamente el acceso al campamento, ubicado en un antiguo espacio ferial.
Estos trabajos eran necesarios por parte de los migrantes porque debían reunir recursos para pagar un autobús que los trasladara hasta la frontera norte con Nicaragua con el fin de continuar su trayecto hacia Estados Unidos.
Para ello, requieren $50 por persona ya sean adultos o menores de edad.
Ante estas situaciones que estaban sucediendo en la frontera sur, los gobiernos de Costa Rica y Panamá llegaron a acuerdos que se tradujeron en cambio de reglas, mismas que comenzaron a implementarse a partir de octubre.
Eso logró detectar el traslado de 14.000 personas desde una frontera hacia otra solo entre el 10 y 16 de octubre luego del ingreso de 259 autobuses provenientes de Panamá.
Para evitar disturbios y garantizar la salubridad, todas aquellas personas que no cuenten con los recursos para el respectivo traslado deberán permanecer en el Centro de Atención Temporal de Migrantes (Catem) en la Zona Sur a la espera de depósitos de familiares para obtener el dinero.
Alrededor de 380.000 personas habían ingresado a Costa Rica durante los primeros nueve meses de 2023 mediante la frontera sur.
Mario Zamora, ministro de Seguridad, aseguró que están a la espera de la identificación de las personas para poder deportarlas. (Cortesía Casa Presidencial)
