Tomás Gómez
Fue un tema relegado por décadas, una promesa de campaña política y un polarizador de la opinión pública.
Hablamos de la Norma Técnica para la Interrupción Terapéutica del Embarazo, que vio la luz en diciembre del 2019 y pese a toda la expectativa que generó registra un mínimo índice de aplicación.
Su implementación se ha pedido apenas media docena de veces y se concretó en 2 ocaciones.
“El reporte que tenemos a nivel institucional es de 6 casos solicitados desde la entrada en vigencia de la norma técnica, de los cuales se han aprobado dos”, explicó Carla Gríos, asesora de la Gerencia Médica de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS).
Según agregó, en los casos donde se ha negado el procedimiento no se han recibido apelaciones.
¿Qué regula la Norma Técnica?
El Código Penal aprobado en 1971 reconoce en su artículo 121 el Aborto Impune.
No es punible el aborto practicado con consentimiento de la mujer por un médico o por una obstétrica autorizada, cuando no hubiere sido posible la intervención del primero, si se ha hecho con el fin de evitar un peligro para la vida o la salud de la madre y éste no ha podido ser evitado por otros medios.
CÓDIGO PENAL
No obstante, para estandarizar su aplicación, se demandó por años una norma técnica que regulara este artículo.
A lo largo de los años el proceso no fraguó y no fue hasta la campaña electoral del 2018 cuando el entonces candidato de Acción Ciudadana (PAC), Carlos Alvarado aseguró que sí se firmaría el documento.
Con su llegada a Zapote crecieron las presiones y luego prometió que estaría lista antes de que terminara el 2019.
En el proceso, de paso, hubo polémicas. Los grupos a favor se manifestaron y hasta regalaron lapiceros al expresidente para que firmara la Norma.
Por el contrario, el exministro de la Presidencia, Rodolfo Piza, había amenazado con irse del Gobierno si el texto ampliaba el derecho al aborto.
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Tras la espera, llegó la noche del 12 de diciembre del 2019, cuando se anunció que por fin la Norma Técnica del Aborto Terapéutico entraba en vigencia.
Según el texto, para aplicar la interrupción del embarazo se exige:
- Consentimiento de la mujer para realizarlo.
- Lo deben realizar médicos u obstetras autorizados, en caso que no hayan médicos disponibles.
- Debe evitar un peligro para la vida o la salud de la mujer.
- El peligro para la vida o la salud de la mujer no se pudo evitar por otros medios.
¿Y los planes para revisarla?
Desde luego, los sectores más conservadores no quedaron conformes al momento de la promulgación de la Norma Técnica. Ello los llevó a intentar varias estrategias desde el Congreso y la Sala Constitucional contra la regulación, que fracasaron.
El tema se reavivó en la última campaña electoral. Días antes de la Segunda Ronda, el ahora presidente Rodrigo Chaves firmó con los pastores evangélicos del Foro Cristiano de Asuntos Políticos un compromiso de revisar, no solo el tema del Aborto Terapéutico, sino también lo referente a fertilización in vitro.
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Ya en Casa Presidencial, en una cita con los obispos de la Iglesia Católica, se reiteró la promesa.
El plan era arrancar en junio y en varias ocasiones las autoridades matizaron la estrategia. “Revisar no necesariamente quiere decir que vayamos a cambiar o modificar”, destacó la Ministra de la Condición de la Mujer, Cindy Quesada.
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Para este reportaje se consultó al Ministerio de Salud por la labor que se hizo en la materia. Ahí alegaron que han trabajado con la CCSS para ver qué se podría hacer.
“Durante el 2022 se realizaron encuentros metodológicos con la CCSS para monitorear la aplicación de la Norma técnica para la interrupción terapéutica del embarazo, lo que permitirá detectar posibles oportunidades de mejora, para ser valorados con las instancias técnicas y legales en caso de que sea necesario”, respondieron.
