Josué Alvarado
El ejemplo de lo que ocurre en el cantón Central del Limón es uno de los más extremos. Antes de la pandemia había dos rutas de servicio periférico para trasladarse en el casco urbano de la ciudad caribeña.
Una de ellas cerró debido a la pandemia y en las últimas horas la segunda de ellas, ruta Corales, anunció la suspensión de su recorrido debido al alto costo de operación.
Esto prácticamente deja al cantón sin el servicio público de transporte en abutobús.
Otra de los trayectos que ya no se podrá hacer en bus es el servicio periférico entre Santa Ana y La Valencia, que también devolvieron los permisos de funcionamiento.
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Canatrans sondea afectación
La Cámara Nacional de Transportistas (Canatrans) realiza desde este jueves 31 de marzo un sondeo en todo el país para detectar rutas que estén por cerrar, tal y como se había advertido que ocurriría si se daba el histórico aumento de precios que rige desde hoy.
Los transportistas habían advertido que si dicha subida quedaba en firme los costos de operación subirían a tal nivel que desbalancearía sus finanzas y obligaría a un cierre técnico.
La vicepresidenta de Canatrans, Silvia Bolaños, comentó que si bien es cierto desde el año anterior se registran importantes aumentos en el precio de la gasolina en Costa Rica, uno de los golpes más importantes se registró en febrero.
Desde entonces la cámara advirtió de los impactos que esto generaría en el sector del transporte público y la prestación del servicio. Pero con el histórico aumento en el precio de los combustibles que se cobra desde este jueves es inminente la desaparición de otras rutas.
Insistencia para bajar impuestos
Bolaños dice que ante este escenario la solicitud para los diputados sigue siendo la misma: reducir el cobro de impuestos internos para amortiguar la subida en el precio internacional.
Este miércoles 30 de marzo los diputados aprobaron en primer debate un proyecto de ley que suspendería por 12 meses las actualizaciones del impuesto único al combustible. Además, de aprobarse en segundo debate también se reducirían ¢100 por cada litro de combustible.
“Para no mermar del todo el servicio en algunas rutas la única solución potable es reducir carreras”, señaló Bolaños a El Observador.
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Debido al aumento en el precio de los combustibles llenar de diésel el tanque de un bus cuesta ¢220.000 más caro que hace menos de dos años.
Por ejemplo, en un bus mediano se pagaban ¢96.669 hace dos años. Actualmente se necesitan ¢228.150. Esto representa un aumento de ¢131.460 por tanque.
Mientras tanto, en una unidad intraprovincial con un tanque de 450 litros antes se pagaban ¢161.100, mientras que actualmente ¢380.250. La diferencia es de ¢219.150.
