Josué Alvarado
Era esperable que este viernes 29 de abril el Banco Central de Costa Rica (BCCR) anunciara que el crecimiento económico del país será menor a lo pronosticado a inicios de año.
Así opinan dos analistas consultados por El Observador. Coindicen en que este fenómeno golpea a todas las economías del mundo, debido a varios eventos internacionales.
Este año la economía crecería un 3,4%, cifra menor al 3,9% que fue el cálculo de enero. En octubre el crecimiento para el 2022 se calculaba más alto, en 4,5%. Así consta en el Informe de Política Monetaria de abril.
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Uno de los economistas consultados, Gerardo Corrales, explicó que la ralentización de los principales socios comerciales de Costa Rica (Estados Unidos y Europa) debido a la invasión rusa en Ucrania es una de las principales razones de este menor crecimiento.
"La guerra de Rusia y Ucrania y la crisis de los contenedores pasará la factura, la factura realmente será que se le baja la velocidad el crecimiento del Planeta", opinó el analista Daniel Suchar.
Rodrigo Cubero, presidente del Banco Central, explicó que este conflicto bélico impacta en otros factores internos como la inflación, por el alza en los precios del petróleo y los granos.
"El aumento en el precio de las materias primas, acentuado por el conflicto bélico, implicó un deterioro interanual de 6,2% en los términos de intercambio de la economía nacional", señaló el jerarca.
"Emergencia económica"
Corrales señala que si bien Costa Rica no es el único país afectado, la administración entrante de Rodrigo Chaves debe tomar medidas urgentes.
"El Gobierno debería ser transparente en decir que estamos en un panorama mundial de emergencia económica y decretar una emergencia económica para que no solamente Gobierno si no la Asamblea Legislativa se pongan en un modo de cooperación", comentó Corrales a El Observador.
El economista señaló que hay proyectos que la administración de Rodrigo Chaves y la Asamblea Legislativa deben impulsar
Entre ellos está la reducción al precio de la gasolina, siempre que se busque una nueva fuente de ingreso para reponer los $400 millones que se dejarían de percibir en impuestos.
También recomendó prestar atención a sectores que generen empleo, como el de construcción y reactivarlos. Además, acudir a alianzas público privadas.
"No hay tiempo que perder", concluyó.
