Tomás Gómez
La odisea de viajar entre la capital y el Caribe sigue prologándose. La ruta es un compendio de obras a medio concluir, ampliaciones sin terminar y bases peatonales que no tienen puentes.
Su fecha de inauguración, varias veces proyectada por Gobiernos anteriores, es incierta y de momento las autoridades tantean un nuevo plan: abrir paulatinamente, solo las secciones listas.
Días atrás varios jerarcas del área de infraestructura como la viceministra Ángela Mata y el director de Conavi, Mauricio Batalla, inspeccionaron el proyecto.
Según la Viceministra, se analiza la posibilidad de habilitar algunos tramos que ya se encuentran finalizados, o bien, que solo les falta algunos detalles.
Aclaró que “no se cuenta con una fecha exacta para hacer estas habilitaciones parciales; pero es la línea en la que trabajan las autoridades”, indicó.
La ruta inconclusa
Fue el 3 de junio del 2013 cuando el Conavi y la empresa China Harbour Engineering Company Limited (CHEC), firmaron el contrato para el diseño y construcción de mejoras en la Ruta 32.
El tramo abarca los 107 kilómetos que van de Río Frío a Limón.
La orden de inicio de las obras las dio el Gobierno de Luis Guillermo Solís en 2017; con un cronograma pactado de finalización en 2 años.
Los planes, sin embargo, no han salido como se esperaba y más bien han estado marcados por atrasos, polémicas, presiones políticas y prórrogas.
La fecha de entrega se ha venido corriendo desde el 2020. Incluso el expresidente Carlos Alvarado había adelantado ese mismo año que esperaba inaugurar la ampliación en 2021, como parte de las celebraciones del Bicentenario junto al mandatario chino Xi Jinping.
Tal idea quedó en el aire y nuevamente la finalización de obras se ha venido postergando.
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Con el cambio de Gobierno llegaron nuevas dudas. Según prometió el presidente Rodrigo Chaves durante su gira a Limón en agosto pasado, ya no se conversaría con la empresa sino con el Gobierno chino directamente.
Los encargados serán el vicepresidente Stephan Brunner y el ministro del MOPT, Luis Amador.
La obra prometida
El plan original para la Ruta 32 abarcaba ampliar los 107 kilómetros a 4 carriles.
Ello incluía 36 nuevos puentes y el reforzamiento de los existentes, así como de 13 pasos a desnivel y 11 retornos. También nuevos intercambios ubicados en Río Frío, Guápiles, Siquirres, el acceso a la TCM y Moín; mientras que las intersecciones a nivel se construirán en el acceso a la ruta cantonal de Moín, el acceso al nuevo estadio de Limón, el entronque con la ruta 241 en Santa Rosa y el entronque a la ruta 36.
En cuanto a obras complementarias se contaba con 24 puentes peatonales y bahías para autobuses; así como ciclovías.
También se incluyen en el proyecto pasos de fauna aéreos y terrestres, en zonas identificadas en los estudios previos. Estos garantizarían la disminución en la muerte de animales por atropello durante la fase de operación de la carretera.
