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Autopsia a la derrota del PAC: así se preparó el coctel para la debacle del partido en Gobierno

Aunque Carlos Alvarado logró una victoria aplastante en el balotaje del 2018, la primera ronda de ese año mostraba los…

Por Tomás Gómez

Tiempo de Lectura: 6 minutos
Autopsia a la derrota del PAC: así se preparó el coctel para la debacle del partido en Gobierno
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Aunque Carlos Alvarado logró una victoria aplastante en el balotaje del 2018, la primera ronda de ese año mostraba los primeros signos de que el Partido Acción Ciudadana (PAC) comenzaba a perder fuerza.

La agrupación rojiamarilla clasificó entonces con apenas una quinta parte de los votos cuando siempre había superado el 25%. Además, obtuvo la fracción legislativa más baja hasta ese momento.

A la Elección Presidencial le sucedieron cuatro años de escándalos, un Gobierno mal evaluado y una nueva campaña electoral en la que el PAC no logró levantar cabeza.

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Si bien la historia del país vislumbraba que un tercer Gobierno consecutivo era algo complicado, la dimensión de la derrota -que borra al oficialismo de toda cuota de poder y de deuda política- no deja de sorprender hasta a los analistas.

Convención PUSC

Ni el PUSC, después del escándalo de los expresidentes, había tenido resultados tan malos como los del PAC este 2022. En 2006 los rojiazules lograron 3,5% de votos y 5 diputados. (Alonso Solano/El Observador)

Nacidos en la tempestad

Una de las características que siempre tuvo el PAC fue la de vivir en medio de turbulencias a lo externo pero también a lo interno.

Así lo recuerda el analista político Constantino Urcuyo, quien rememora como el grupo siempre evolucionó fragmentándose.

“Primero fue el moralismo de Ottón el elemento aglutinante. Luego Luis Guillermo quiso darle un viraje hacia la izquierda y no se lo dio totalmente”, mencionó.

Aún sin completarse, ese giro a la izquierda fue incompatible con la base tradicional. También contra la ortodoxia partidaria fue la visión económica del actual Gobierno, que inicialmente recurrió a los tecnócratas de otros partidos para ministerios claves.

“Es un partido que no logra consolidar una identidad partidaria en torno a nada”, resaltó Urcuyo.

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Con él coincidió el politólogo Sergio Araya, quien incluye en su diagnóstico la poca lealtad de los partidarios a la bandera rojo y amarilla. A diferencia de las bases de Liberación Nacional (PLN) y la Unidad Social Cristiana (PUSC), que surgen de una guerra civil, la del PAC no tenía el mismo arraigo.

“No ha habido ningún elemento determinante como para crear un lazo comunicante con el partido tan fuerte”, destacó.

Ello se traduce en que el voto que cosechó el PAC en otras elecciones ahora terminó en las tiendas más diversas. Un grupo más tradicional pudo haber vuelto a Liberación, otro más progresista irse al Frente Amplio y otro más contestario o crítico del sistema pudo haber apoyado a Progreso Social Democrático.

Aunque coincidieron en diversos espacios del PAC, Welmer Ramos y Carlos Alvarado ventilaron sus diferencias en varios momentos (Cortesía Casa Presidencial)

Un Gobierno impopular y una convención que hirió

A la fragilidad que ya generaba filtraciones a lo interno del grupo progresista se sumó en los últimos cuatro años el constante escándalo gubernamental.

“Carlos Alvarado dice que ha hecho una gestión extraordinaria, pero lo cierto es que a todo lo largo de su administración todas las encuestas han señalado que era percibida como malísima”, citó Urcuyo.

A ello el experto sumó diversos conflictos como la UPAD, la recopilación de datos privados mediante las Pruebas FARO y otras problemáticas a las que el Gobierno no ha sabido reaccionar.

Ese golpe de las Pruebas FARO habría sido finalmente uno de los más críticos para la agrupación. José Alberto Rodríguez de la encuestadora Demoscopía explicó esta semana a El Observador que la aplicación de esos exámenes golpearon la intención de voto del PAC, que ya de por sí venía a la baja.

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A esas causas más públicas se sumaron otros factores internos que igualmente pasaron factura. Araya los enlista de la siguiente manera:

  • La candidatura débil de Welmer Ramos: “No lograba generar clic con el electorado, con un verbo bastante limitado, con dificultades para explicar sus propuestas”, consideró el analista.
  • Complicada convención interna: quedaron fracturas entre las tendencias de Ramos y Carolina Hidalgo después de la elección interna.
  • Pérdida de sectores clave: en 2014 los empleados públicos tuvieron cercanía a la candidatura de Luis Guillermo Solís y en 2018 el voto joven se acercó a Carlos Alvarado. Ninguno de los dos sectores tuvo empatía por el PAC esta vez.
  • Los fondos económicos: por un lado el partido sigue pagando a cuotas su condena por estafa contra el Estado y por otra no hubo acceso a financiamiento.

 

Los grupos de Carolina Hidalgo y Welmer Ramos no alcazaron la concordia tras la convención partidaria del año anterior (Cortesía Asamblea Legislativa)

¿Saldrá el PAC de cuidados intensivos?

Se dice que en “política no hay muertos”, pero los expertos consultados dan pronósticos en extremo reservados para Acción Ciudadana.

“Está en agonía profunda, en la unidad de cuidados intensivos más avanzada del mundo pero con muy mal pronóstico”, alertó Urcuyo.

“Es un partido que explotó y no se sabe quién va a recoger los pedazos”, adicionó.

Araya, por su parte, recordó varios desafíos que seguirá teniendo el PAC aún después de salir de Zapote.

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El primero será lograr acuerdos que les permitan reorganizarse y el segundo tiene que ver con los tribunales. Por un lado está la deuda de la estafa y por otro los procesos que esperan al presidente.

“Carlos Alvarado va enfrentar ahora un juicio en el cual puede salir bien librado pero perfectamente podría no salir”, comentó, tras pronosticar que la recuperación pinta lenta.

El epílogo de San Pedro de Montes de Oca

Ganaran o perdieran las elecciones, los fanáticos del PAC llenaban cada noche electoral la Plaza Roosevelt de San Pedro de Montes de Oca.

El domingo pasado, tras la entrega de resultados, ni una sola bandera se vio el en el sitio y el silencio fue el único presente.

Mientras Welmer Ramos insistía en que llegarían a una "Saprihora" los votos no alcanzaron ni para segunda ronda, ni para una diputación ni para un colón de deuda política.

Sin asumir culpas propias, diversas instancias llaman a dialogar y reconstruir.

"El partido se debe, ahora, un trabajo de autocrítica para entender qué hicimos bien y sobre todo, qué hicimos mal”, dijo Marcia González, jefa de campaña.

"El proceso partidario en el que nos enrumbamos debe partir de la empatía, generosidad, respeto, la autocrítica y el deseo de fortalecernos y consolidar nuestros principios, valores partidarios y las banderas que hemos defendido las personas que pertenecemos a este PAC", escribió Carolina Hidalgo.

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Desde España, donde está dando clases, Ottón Solís defendió a los Gobiernos de su partido y puso al presidente Alvarado como el próximo líder que debía reencausar al grupo.

Alvarado, por su parte, se limitó a decir que la ley le impedía opinar. Eso sí, semanas atrás se había lavado las manos por el mal desempeño que traía el PAC en las encuestas.

En medio de esos dilemas están la situación financiera del partido, la amenaza de perder su casa y el reto de volver a captar votantes para no ser el primer partido de peso que desaparece en la Segunda República.

La Plaza Roosevelt, donde el PAC celebraba sus logros, quedó completamente vacía el 6 de febrero pasado, día en que el candidato del partido de Gobierno lograba menos del 1% de los votos de la Elección Presidencial. (Kryssia Morris/El Observador)