Krissia Morris Gray
Entre el 26 de febrero y el 11 de marzo del año en curso, el Instituto Costarricense de Acueductos y Alcantarillados (AyA) dejó de producir 12 millones de litros de agua en el Gran Área Metropolitana.
Esto por el robo de cable y vandalismo en sistemas necesarios para dar el servicio, según denunció la institución.
En cuestión de 15 días, el AyA contabiliza cuatro robos importantes que provocaron cortes del servicio que afectaron a 35.000 personas.
Los sitios afectados son sectores del sur de la capital y San Pablo de Heredia.
La entidad interpuso la denuncia correspondiente ante el Organismo de Investigación Judicial (OIJ) para que procesa con las indagaciones correspondientes.
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¢2,5 millones por robo
El AyA estima que, en promedio, cada pozo estuvo fuera de operación entre 10 y 15 horas mientras se reparaban los daños.
Roy González, ingeniero de Operación y Control del AyA, aseguró que las pérdidas por robo de cable supera los ¢2,5 millones.
Esto sin contar el costo de la afectación para las personas usuarias del servicio, desplazamientos de personal, trabajos en horas no hábiles y otros aspectos logísticos propios de estas situaciones.
Pequeñas estructuras
González reseñó que la GAM cuenta con más de 40 sitios que en su mayoría son pequeñas estructuras. Allí se encuentran los equipos de bombeo que extraen el agua, paneles con elementos electrónicos que son monitoreados desde el centro de control operación.
Estos sitios están resguardados con mallas perimetrales, paredes, techos de concreto y puertas de seguridad. Aún así, los maleantes logran introducirse y provocar el daño, agregó el ingeniero.
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Para prevenir nuevos casos, González externó que se están reforzando los accesos y se hacen cierres perimetrales.
Pero además se incrementó la iluminación de los sitios y gestionando la instalación de cámaras de seguridad electrónica para el monitoreo de las infraestructuras.
Además, se incrementó durante el día y noche los recorridos de inspección a estos lugares.
Krissia Morris Gray
