Desde la columna

Baja del dólar sí debería sorprender

Por Gerardo Corrales B / Economista, Profesor de LEAD University y Director del Medio Digital Economía Hoy Recientemente he estado leyendo…

Por Desde la Columna

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Baja del dólar sí debería sorprender
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Por Gerardo Corrales B / Economista, Profesor de LEAD University y Director del Medio Digital Economía Hoy

Recientemente he estado leyendo manifestaciones de diferentes funcionarios del Banco Central, entre ellos, su Presidente y algunos miembros de Junta Directiva, quienes alegan que la apreciación abrupta del tipo de cambio, de casi un 20%, no debería sorprender y fundamentan su conclusión en un supuesto libre funcionamiento del mercado cambiario que justifica dicha reducción del precio del dólar.

Procedo a analizar sus razones y entender la lógica de pensamiento. Entre los factores explicativos señalan:

  • Una mayor inversión extranjera directa. Sin embargo, las mismas cifras oficiales del Banco Central, detalladas en su último Informe de Política Monetaria, página 23, demuestran que por este concepto más bien, en el año 2022 respecto al 2021, se tuvo una reducción superior a los $ 200 millones.
  • El efecto de una mejor prima nacional sobre los bonos del Tesoro de los Estados Unidos, bajando un 20% desde mediados del año pasado.

En efecto, la situación de las finanzas públicas del país ha mejorado la percepción de riesgo del país, pero este efecto por sí solo, no justifica los sobrantes promedio mensuales que se están dando en las ventanillas de los intermediarios cambiarios y que superan en casi tres veces más, los sobrantes de años pasados. Incluso en el mes de enero de este año, dicho sobrante superó los $ 600 millones.

Un inversionista, con solo una reducción de prima de riesgo país, no lo motiva a realizar esos ingresos de capital a nuestro país, pues tiene otras alternativas de mismo riesgo y rendimiento, con lo que podría diversificar su portafolio de inversiones.

Costa Rica no es la única opción de inversión disponible en los mercados financieros internacionales y el principio de diversificación del riesgo más bien lleva a los asesores bursátiles a recomendar reducciones de concentración en nuestros bonos soberanos.

  • Aumento de los ingresos por turismo y exportaciones. Lo anterior es cierto, pero en el mismo Informe de Política Monetaria ya señalado, el Banco Central refleja que el aumento de las importaciones de bienes y servicios fue mayor, por lo que comercialmente, hubo más aumento de demanda de dólares que oferta, por lo que no es por este factor, que se aprecia el tipo de cambio.
  • Se ha mencionado que la autorización de eurobonos ha generado una mayor oferta de dólares para el país y empuja el tipo de cambio a la baja, a pesar que $1 mil millones se quedarán en el Central con lo cual se reduce su impacto sobre el mercado cambiario. Me parece que aquí hay un desfase de tiempo, pues la emisión de eurobonos no se ha dado aún. Cuando se dé la primera emisión por $ 1.500 millones, lo que hará Hacienda y tiene todo el sentido, es cancelar el endeudamiento de corto plazo que utilizó para pagar el vencimiento del eurobono anterior durante el mes de enero pasado. Con la nueva emisión de $ 1.500 millones, lo lógico es sustituir deuda externa o interna en la misma moneda, con plazos más cortos y tasas más altas, por lo que los eurobonos serán neutros durante este año en las tendencias de afectación del tipo de cambio.
  • Uno de los directores del Banco Central, en este mismo medio periodístico, afirma que la reforma fiscal implementada por Costa Rica en los últimos años, tiene efectos positivos y que tiende a estabilizar el tipo de cambio. Aquí la gran pregunta que se queda sin contestar por parte de esta fuente, es ¿que significa para él un tipo de cambio estable, uno alrededor de los 550 colones por dólar que tiene en vela al sector productivo o uno alrededor de los 640 colones que volvería las aguas a su nivel?
  • Este mismo director, alega que una pequeña reducción en la inflación ocasionaría eventualmente una baja en la tasa de interés. Interesante que la inflación se ha reducido de una tasa interanual del 12.13% en agosto del 2022 a un 7.65% en enero del 2023, es decir, un 37% de reducción y a pesar de esta significativa reducción, el Banco Central se mantiene en su posición de no bajar la tasa de política monetaria.
  • Se indica que la llegada de 50 empresas extranjeras nuevas al país junto con la recuperación en turismo, son factores que aprecian el tipo de cambio. Más que el número de empresas, lo que debe indicarse es el flujo neto de ingreso de capitales menos las salidas por concepto de repatriación de utilidades, pago de dividendos y salarios a factores externos que laboran en el país. Además, la recuperación del turismo es relativa, pues aún estamos $ 1 mil millones debajo de la cifra generada de divisas pre pandemia.
  • Se argumenta que la compra de $ 1.300 millones por parte del Banco Central en el Monex, sin indicar en qué período, ha impedido un descalabro mayor.

Lo primero es que se debe ser claro e indicar los períodos. En el 2019, ante un exceso de oferta de dólares, el Banco Central compró de más $ 963 millones a los requerimientos del SPNB para evitar una mayor apreciación del colón. En el 2020, por el contrario, tuvo que inyectar de sus reservas $ 465 millones, para evitar que el tipo de cambio se siguiese devaluando. En el 2021, repitió el mismo comportamiento, pero con más fuerza, vendiendo $1.304 millones de más para parar el ritmo de devaluación. Por el contrario, y ahí es donde estuvo el gran error, en el 2022, apenas el Central intervino de más en $ 195 millones a los requerimientos del SPNB y dejó demasiados dólares en el mercado, con lo cual la tendencia a la apreciación del colón se consolidó. En lo que llevamos del 2023, el Central ha comprado de más al 23 de febrero, $630 millones sobre los requerimientos del SPNB, pero demasiado tarde pues ya los agentes económicos habían incorporado en sus cálculos económicos, una tendencia a la apreciación de la moneda local.

Además, con solo el hecho que este director reconozca que hay un descalabro en el tipo de cambio, debería ser suficiente justificación para una intervención más significativa del Central, para romper con la especulación financiera que se está dando originada por este mal manejo de la política cambiaria.

Lo que no reconocen y no dicen las autoridades del Banco Central, es que el incremento en su tasa de política monetaria fue de tal magnitud, más la insuficiente participación de dicha entidad en el Monex para evitar tendencias especulativas a la apreciación, los que hicieron que el premio por invertir en colones fuese tan atractivo, casi 20% de rendimiento equivalente en dólares, convirtiéndose a colones, que la misma balanza de pagos del 2022, refleja un incremento en los flujos netos de dólares entrantes al país por puro especulación o capital golondrina por cerca de $2 mil millones, suficiente para seguir apreciando el tipo de cambio con independencia de los fundamentales de la economía.

Llama la atención que en las presentación de las autoridades del Banco Central, brilla por su ausencia el efecto recesivo en la producción nacional que el ajuste violento en las tasas de interés está produciendo, así como el efecto negativo en la competitividad del país, al tener un tipo de cambio apreciado un 20%, con un porcentaje importante de gastos en colones y con otros países competidores como Colombia, en donde el tipo de cambio real, de junio a noviembre 2022,  se ha devaluado en términos reales un 18% mientras que nuestra moneda por el contrario, se ha apreciado un 12%.

Es inconcebible, por más prioridad de un objetivo en la Ley del Banco Central, que las autoridades de dicho ente, dejen por fuera en sus análisis, factores tan relevantes para la coyuntura actual del país, como:

  1. Efecto recesivo de la política monetaria y cambiaria del Central
  2. Efecto en el desempleo de mano de obra no calificada en zonas rurales
  3. Pérdida de competitividad del país respecto a nuestros principales competidores comerciales
  4. Sustitución de producción local por abaratamiento de importaciones de esos mismos bienes de otros países competidores
  5. Dificultad del cálculo económico e incertidumbre para las personas físicas y jurídicas en Costa Rica ante tal volatilidad cambiaria
  6. Asimetría en los criterios de intervención del Banco Central, cuando se devalúa respecto a cuando el tipo de cambio se aprecia.
  7. Daño de largo plazo a la estructura productiva del país y su competitividad, por una meta obcecada de corto plazo, como hacer regresar la inflación al rango del 2% al 4%.

Como me decía don Fernando Naranjo, exprofesor de Macroeconomía, el manejo del tipo de cambio y la política monetaria del Banco Central, ha pasado a ser ahora un tema de política y estrategia de Estado, más que una situación coyuntural de manejo de tecnócratas detrás de una meta simple de inflación.

Yo le agregaría, nuestros compatriotas comen con empleo, no con una baja inflación, la cual no se disfruta, si mi salario es cero pues fui despedido a consecuencia de la implementación de esta ortodoxia monetaria.

Ya lo decía hace miles de siglos San Mateo, ¨ al que tenga oídos para oír, que oiga. Viendo veréis mas no percibiréis ¨.