Paula Ruiz
Los católicos iniciaron este miércoles la Cuaresma con el llamado Miércoles de Ceniza. Los sacerdotes están colocando la ceniza sobre la cabeza.
Usualmente, es en la frente donde se coloca una cruz de ceniza no obstante, la Iglesia Católica tomó esa medida este año de manera preventiva por el covid-19.
En todo el país, habrá misas en diferentes horarios para que los fieles asistan a estos actos religiosos que sirven de preparación para la Semana Santa.
José Manuel Garita, presidente de la Conferencia Episcopal solicitó a la comunidad católica reunirse en torno a un mismo objetivo: “el bienestar de todos y no el de unos cuantos”.
Así mismo, hizo un llamado para no olvidar a quienes están sumidos en la pobreza y la pobreza extrema y las personas abandonadas por razones de edad o enfermedad.
En su mensaje, Garita también recordó que aún hay familias con graves consecuencias producto de la pandemia.
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“Muchas personas están en situación de desempleo y también han sufrido el drama por no poder suplir todas sus necesidades para tener una vida digna.
“Nuestro país debe unirse para superar y resolver una serie de problemáticas, si queremos vivir en paz y en procura de un desarrollo integral para todos”, acotó.
Finalmente, el obispo pidió a los católicos reconstruir el camino de la solidaridad producto de situaciones como las anteriormente descritas.
“Somos parte de una sociedad en la que ahora más que nunca necesitamos unos de otros”, concluyó.
Los católicos en América Latina se preparan para Semana Santa. (Photo by Luis ACOSTA / AFP)
Rumbo a Semana Santa
Entre este miércoles y la Semana Santa quedan cuarenta días, en los cuales la Iglesia pidió mucha reflexión para los creyentes.
“Lejos del bullicio, que muchas veces tenemos en la sociedad, dedicar un momento a la oración nos permite escuchar la voz de Dios.
“Los creyentes no podemos hacer oídos sordos al Señor que nos llama a practicar obras de misericordia, ni podemos poner oídos sordos a muchos de nuestros hermanos que claman por apoyo”, manifestó Garita.
Para este año, después de dos años de ausencia, la comunidad católica podrá realizar procesiones en vía pública.
La Iglesia solicitó a los asistentes utilizar en todo momento, la mascarilla de manera correcta para evitar contagios de covid-19.
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