Josué Alvarado
Este viernes 2 de junio se cumplen 47 días consecutivos desde que el Instituto Costarricense de Electricidad (ICE) recurre a la quema de combustible para generar energía eléctrica que abastezca al país.
Este 2023 y parte del 2024, Costa Rica está bajo el efecto climático conocido como El Niño. Entre otras alteraciones, provoca un atraso en el inicio de la época lluviosa y una disminución en las precipitaciones, cuando ya hayan iniciado.
Como el país depende en su mayoría de la fuerza del agua para generar electricidad, la producción baja y se debe recurrir a la quema de combustible en las plantas térmicas que hoy son parte de la matriz costarricense.
El presidente del ICE, Marco Acuña, explicó en su cuenta de Twitter que “no ha llovido suficiente y tampoco hay viento, esto para ningún generador”.
Es decir, también ha disminuido la producción en las plantas eólicas.
Señaló que, como consecuencia, el ICE está importando más electricidad desde la región y generando a través de combustibles.
El costo de importar y de comprar combustible se reflejarán en la tarifa de los próximos meses.
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“Por eso el ICE debe tener respaldo y encenderlo en estos momentos. Tendremos solar en los próximos años para mitigar estos eventos”, añadió Acuña.
El 17 de abril, cuando se inició el encendido de estas plantas, el 3,4% de la operación del Sistema Eléctrico Nacional (SEN) se abasteció con energía térmica.
Desde entonces, el porcentaje de electricidad que se produce con combustible ha subido constantemente.
Se espera que para el cierre de este viernes 2 de junio, el 22,9% (casi una cuarta parte) de la electricidad necesaria se produzca desde la misma fuente. Este sería el porcentaje más alto desde que se prendieron las plantas.
Durante los meses de mayo de los años 2019, 2020, 2021 y 2022, no fue necesario el encendido de las plantas térmicas.
La Refinadora Costarricense de Petroleo (Recope) informó que, a solicitud del ICE, gestionó una compra extraordinaria de búnker al mercado internacional, con el fin de tener recursos para que funcionen las plantas.
Agregó que están utilizando una línea del poliducto que conecta con el centro de almacenamiento del ICE para que, al suplir el combustible, se haga de forma "rápida, segura y económica".
El Observador solicitó al Departamento de Comunicación del ICE una entrevista al respecto desde el 25 de mayo. Todavía no hay respuesta.
Dos expertos consultados por este medio coinciden en que el país cuenta con una matriz energética robusta, por lo que no hay que alarmarse, al menos no por este año.
Sin embargo, consideran que se deben tomar medidas de cara al 2024, en el que las condiciones de poca lluvia para el Pacífico de Costa Rica se podrían mantener, o hasta empeorar.
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El ICE tiene que recurrir a la compra de combustible, un gasto adicional que tendrán que pagar los consumidores en su recibo de electricidad.
El intendente de energía, Mario Mora Quirós, explicó a El Observador que las ocho empresas eléctricas, entre ellas el ICE, agregan a la factura un factor llamado Costo Variable de Generación (CVG).
Este costo está compuesto por:
- La compra de combustible (si se requiere)
- El costo de realizar importaciones al Mercado Eléctrico Regional (MER)
- La colocación de excedentes de energía en el MER
"Si el ICE aumenta el uso de combustibles para generación térmica y aumenta la importación de energía eléctrica del MER (como ocurre actualmente), es altamente probable que el factor CVG aumente y, como consecuencia, aumenten las tarifas de electricidad", explicó Mora.
Las próximas actualizaciones en el costo de la electricidad se darán a conocer en julio y octubre de este año.
