Krissia Morris Gray
La obligatoriedad de vacunación para los empleados del sector público y que también pueda ser aplicada en las empresas privadas, tiene el apoyo de varios sectores.
Así fue aprobado por la Comisión Nacional de Vacunación y Epidemiología, ente del Ministerio de Salud.
La Cámara de Industrias de Costa Rica (CICR) apoyó la medida.
“La decisión de una persona de no vacunarse afecta a la colectividad, por lo que, desde las mesas de trabajo, la Cámara de Industrias de Costa Rica ha incentivado esa medida, considerando que podría ser la más efectiva para enfrentar la pandemia por covid-19, en lugar de recurrir a más restricciones”, informó CICR.
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Añade que “esta medida va en la dirección correcta para proteger a los trabajadores y mejorar las condiciones para que el sector productivo pueda operar, generar empleo y recuperar competitividad.
“Instamos a las empresas del sector privado que coordinen, motiven y soliciten a sus empleados a sumarse a las campañas de vacunación que se realizan en el país”, agrega la CICR.
Lo que dicen expertos
Ronald Evans, médico salubrista y profesor e investigador de la Universidad Hispanoamericana apuntó que está de acuerdo con la medida; en especial si se pretende el retorno presencial de clases en los diferentes niveles educativos.
“Todo el servicio, profesorado y personal auxiliar tiene que estar inmunizado (…) recordemos que el bien público priva sobre el bien individual”, remarcó Evans.
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Asegura que respeta las posturas que puedan estar en contra de la medida. No obstante, Evans detalló que el peligro de contagio es mayor cuando hay aglomeraciones y contacto físico.
Además, consideró que la medida se toma en manera oportuna, en momentos en que se pretende regresar a una presencialidad del 100% de las clases en las diferentes etapas.
Dejó claro que la vacuna no es la única opción para evitar el covid-19. La población tampoco debe bajar la guardia en materia de distanciamiento social, uso de la mascarilla y lavado de manos.
De acuerdo con Juan José Romero, epidemiólogo de la Universidad Nacional (UNA), la medida debió aplicarse antes; no obstante, se dependía de la disponibilidad de las vacunas.
Aseveró que los resultados de la Vacunatón mostraron que la población todavía sigue reacia a inmunizarse. Para esa actividad se esperaban aplicar 500.000 dosis y sólo se colocó el 40%.
“La obligatoriedad va a tener un efecto positivo desde el punto de vista de salud pública y desde el punto de vista de la reactivación del país, porque vamos a estar en un escenario más seguro”, reafirmó Romero.
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La ventaja de la vacunación es que hay más posibilidades para no llegar al hospital, o de hacerlo, sería con una infección menos severa, según Romero.
Sala ya resolvió
Luis Chavarría, dirigente del Bloque Unitario Sindical y Social (Bussco) y de la Unión Nacional de Empleados de la Caja (Undeca) añadió que pese a existan criterios divididos sobre el tema, “queda claro que la pandemia no es un invento”.
Incluso refirió que la Sala Constitucional dio el aval para que se tomen estas medidas.
“Resuelve ese fallo que son las autoridades competentes que controlan la pandemia, los que deben resolver si esa vacunación obligatoria se debe de ser más general, pero consideramos que lo mejor para el país y las familias es que la gente procesa a vacunarse”, afirmó Chavarría.
A esto dijo que las personas que no quieran la aplicación de las vacunas, que presenten criterios médicos el impedimento para recibir el biológico.
Krissia Morris Gray
