Tomás Gómez
La baja cobertura del Censo 2022 generó molestia en el Poder Ejecutivo, que anunció consecuencias por la falta de resultados concretos y pidió una investigación.
El Instituto Nacional de Estadística y Censo (INEC) comunicó este jueves que el censo nacional alcanzó solo el 61% de los hogares, lo que según las autoridades de Gobierno, complicará las tareas que dependan del esa información.
“No podemos considerarlo un censo”, resumió desde Zapote, la ministra de Planificación, Laura Fernández quien indicó que el censo anterior realizado entre el 2010 y el 2011 tuvo un alcance del 94% de hogares. “Hubo una diferencia abismal por razones de diferente naturaleza que el INEC tendrá que explicarnos”.
La jerarca agregó que el INEC aplicó metodologías para obtener estimaciones sobre vivienda y población, por lo que técnicamente no se pueden considerar como resultados de un censo.
Los datos anunciados, según la explicación de Fernández, son estimaciones construidas con apoyo de CEPAL y del Fondo de Población de Naciones Unidas para poner darle al país alguna información.
Frente a esta situación, la primera acción anunciada por el Gobierno será pedir desde el Consejo de Gobierno se instruya a los representantes del Poder Ejecutivo y del Banco Central en la Directiva del instituto para que pidan una investigación.
El INEC es una entidad autónoma y que no sigue directrices de la administración de turno, pero que sí cuenta con representación en el órgano directivo.
Según el ministro de Comunicación, Jorge Rodríguez, de esas pesquisas dependería identificar posibles responsabilidades administrativas y políticas.
Además del tema técnico, el Gobierno critica la inversión de recursos públicos que hubo en el producto que califican de fracaso.
Rodríguez cuestionó la inversión de $24 millones para el censo y los resultados recibidos. Lo calificó de “desperdicio” y dijo que el presidente, Rodrigo Chaves, fue informado de esta situación en Letonia, donde se encuentra de gira.
Junto al él, Laura Fernández, de Mideplan, afirmó que desde hace algunos meses sospecharon que habían problemas con el censo ya que los resultados se venían postergando.
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Foto Alonso Gómez/ El Observador
Más problemas
Los jerarcas advirtieron que ante la falta de información, habrá consecuencias sobre la generación de políticas públicas que dependen de esa data.
Rodríguez añadió que los resultados ponen en riesgo “hasta la democracia”, al explicar que la información es utilizada para la distribución de curules legislativa por provincia en las próximas elecciones, según la distribución de la población.
También, el Gobierno fustigó que las proyecciones estén por cantones, cuando el sistema municipal requiere de datos por distritos.
Finalmente, advierten que la información sobre población en condición de vulnerabilidad podría estar afectada.
Un año sin resultados
Casi un año después del trabajo de campo, este jueves el INEC dio algunas cifras del Censo 2022.
Aunque se tenía planificado visitar 1.769.081 viviendas y de esta forma, obtener información detallada del país, solamente fueron parte del censo 1.074.258 viviendas.
Esto quiere decir que se logró una cobertura del 60,71%, mientras que la no cobertura llegó al 39,29%.
Para el año 2011 cuando se realizó el último censo en el país, la no cobertura llegó al 6,4%, lo que supone un aumento significativo de los hogares que quedaron fuera de la muestra.
El propio INEC calificó de “parcial” la cobertura de su trabajo pero defiende el manejo de datos y califica los resultados de “robustos”.
“No es el resultado que queríamos”
La coordinadora de este censo, Elizabeth Solano, reconoció a los medios de comunicación que estos no eran los resultados que esperaban de esta “gigante operación estadística”, como se le llamo en el 2021, el día que se inició con la recolección de datos en las viviendas.
A pesar de esto, Solano defiende los resultados que se darán a conocer a partir de este momento sobre distintos temas relacionados a la realidad nacional y que eran consultados como parte del cuestionario.
Explica que se recurrió a distintas metodologías para hacer estimaciones, procesos que describió como “robustos”.
