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Joé, que tu hijo es joven, qué va a hacer si no…

Manuel Guisande para El Observador En vacaciones hay muchos tipos de personas que, lógicamente, se toman el verano de forma…

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Joé, que tu hijo es joven, qué va a hacer si no…
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Manuel Guisande

Manuel Guisande para El Observador

En vacaciones hay muchos tipos de personas que, lógicamente, se toman el verano de forma distinta, cada uno a su aire, como el del chundachunda

¿Y quién es el del chundachunda? Pues quien va a ser, la tía o el tío ese que tiene diecisiete o dieciocho años, que sale por la noche hasta la madrugada, llega a casa, duerme, se levanta, come, duerme otro rato, va a la playa con sus amigos y por la noche vuelve otra vez a una jornada de maracas.

¿Y eso es malo?, ¿hay que mosquearse con él o ella porque haga eso? Pues no. Con esa edad, o menos, qué vas a hacer, llevarlo a enseñarle a una planta embotelladora para ver cómo funciona, porque tú trabajaste de encargado…

Pues igual lo llevas y al salir te mete en eso, en una botella y te tira al mar con un papelito dentro que dice: “mi padre, por si lo quieres”. ¿Y la dirección?, sí, hombre, como que va a poner una dirección para que te devuelvan…. Tú estás que no te enteras.

Viajar, sobre todo viajar

Esto del chundachunda tampoco se trata de estar así todo el mes de pub en pub, de discoteca en discoteca o de verbena en verbena; pero que casi la mitad lo disfrute así, como quiera y que lo pase bien… pues no está mal.

El verano también es para eso, para dislocar un poco, para descerebrar, que tiempo tendrá de sobra cuando un día se ponga a currar y tenga un jefe que su máxima diversión ha sido montar en un tiovivo, y ver chicas en Penthouse.

Con diecisiete o dieciocho años lo que tiene que hacer el chaval o la chavala es entretenerse, conocer gente, tener experiencias y viajar, sobre todo viajar para que luego se haga una composición de lugar de dónde vive y dónde está, que el mundo es inmenso, y eso vale más todo que un máster o que un miércoles.

O quieres que termine viendo la plaza del pueblo y que diga “como esto…” y con el tiempo se le ponga cara de mamón… pues mira que no hay plazas en el mundo…

Mi teléfono, 640 77 50 63, por si no te enteras

Con esa edad, pues están a lo que están, a pasarse el día al lado de Nita, la tía buena, o ella con el jovenzuelo ese tan majo que se llama Gonza haciendo una hoguera en la playa, tapándose ambos con una mantita, una manito que se escapa y cariños de por medio… pues lo normal, tío, lo normal.

Al chundachunda hay que comprenderlo, y como estoy seguro de que no va a leer este artículo, porque está tan lelo de amor que ni capta el chaval, que parece que está como sonámbulo, que le tocas y ni le encuentras la tensión, mejor se lo lees tú.

Que ni así se aclara… pues  que me llame al 640 77 50 63, y se lo explico, pero si por casualidad el que está de chundachunda soy yo… deja un mensaje.


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Manuel Guisande