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La libertad de nosotras las mujeres

Por Gabriela San Román En el mes de setiembre se celebra en mi país, Costa Rica, el mes de la…

Por Desde la Columna

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La libertad de nosotras las mujeres
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Por Gabriela San Román

En el mes de setiembre se celebra en mi país, Costa Rica, el mes de la patria y normalmente el tema de la libertad es el tema central de conversación.

Sin embargo, hechos recientes sobre la muerte de la doctora anestesióloga María Luisa en un hotel donde SIMPLEMENTE estaba descansando como cualquier ser humano lo haría y una joven mujer Allison que le tocó caminar por una calle oscura, como cualquier persona podría hacerlo, nos han golpeado como sociedad.

Es por esto por lo que hoy quiero reflexionar sobre si realmente las mujeres gozamos de la valorada libertad.

Para empezar, NACER libre es un privilegio que no todas las mujeres tienen a nivel mundial, todavía existen países donde simplemente las mujeres NO pueden decidir por su destino, no tienen acceso a la educación, no pueden trabajar, no pueden tener una cuenta bancaria y no pueden manejar, cosas que vemos tan básicas en otros países.

Por otro lado, la Organización de la Salud, estima que el 35% de las mujeres del mundo, han sufrido algún momento violencia física, verbal o económica en su vida, y en algunos países se habla de un 70% inclusive, números simplemente vergonzosos.

De igual manera, la ONU MUJERES estima que aproximadamente 87.000 mujeres (aproximadamente 140 por día) son asesinadas y en su mayoría siguen siendo los homicidas, las parejas o familiares los culpables de las muertes.

Por otro lado, se estima que en el mundo aproximadamente hay 650 millones de niñas y jóvenes que se casan obligadas por tradición o las circunstancias antes de cumplir 18 años, que sería la mayoría de edad en gran cantidad de países, alrededor de 200 millones de mujeres son MUTILADAS genitalmente en países como Egipto, Sudán, guinea, Kenya, Yemen y Nigeria entre otros. Y aproximadamente 15 millones de adolescentes han sido obligadas a mantener relaciones sexuales forzadas en algún momento de su adolescencia.

En cuanto a los embarazos en adolescentes en el mundo, se estima que son 46 de cada 1.000 nacimientos (16 millones de adolescentes al año), que en el mejor de los casos si cursan el Colegio, lo ven truncado por el mismo embarazo, lo cual genera una exclusión social por la falta de apoyo del sistema educativo y familiar.

A esto súmele la cotidianeidad de los abusos verbales pasados de tono en la calle, tocamientos, hostigamiento sexual en el trabajo, y discriminación en la igualdad laboral (igualdad de oportunidades e igualdad en el pago de las remuneraciones por mismo trabajo).

Y para rematar, la pobreza y desempleo acrecentada por la crisis sanitaria del COVID-19 se ensaña mas fuertemente con nosotras las mujeres, creando una situación de vulnerabilidad adicional.

Como ya es sabido, la mayoría de las mujeres que son víctimas de violencia doméstica no suelen denunciar. Se estima que menos del 40% lo hacen, mucho por la situación de vulnerabilidad en la que se encuentran, generalmente por la fragilidad de su condición, temor a que les pase algo a sus hijos, o la imposibilidad de tener los recursos económicos para poder salir de su casa, hace que se decida en silencio resistir, con un fatal desenlace en muchas ocasiones.

Ante estos abrumadores datos, debemos replantearnos, como sociedad, como garantizarles un mejor futuro a nuestras mujeres.

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A finales del siglo XII y principio del siglo XIII surgió en los Países Bajos un movimiento revolucionario llamado Las Beguinas, que básicamente fue un grupo de mujeres que al quedar viudas o nunca haber decidido casarse, en lugar de ingresar a una orden religiosa como se exigía en esa época, deciden crear un COMUNIDAD, donde podían estudiar, aprender y desarrollar la intelectualidad prohibida para las mujeres en esa época, lo que les permitió acceder al conocimiento, y crear gran cantidad de obras, se dieron la oportunidad de tener UNA VOZ, DE PENSAR, de escribir, demostrando como si podía vivir EN LIBERTAD, podían convivir y desarrollarse como ser humano en su plenitud e integralidad.

Crearon hospitales para pobres y escuelas llamadas Amigas, que básicamente eran una escuela para niñas.

Tan libre era su comunidad, que ellas elegían una GRAN DAMA que lideraba, pero no eran obligadas a mantenerse en la comunidad, y podían retirarse en el momento que lo desearan, por supuesto, en ese oasis de libertad, esa opción no se pensaba.

Lamentablemente para ellas, fueron perseguidas, sus propiedades (las de las Beguinas que venían de las familias adineradas), les fueron confiscadas, fueron obligadas a casarse o fueron quemadas en la hoguera una o una por la amenaza al STATUS QUO que representaban.

Sin duda alguna, como humanidad hemos caminado, pero leyendo esta historia basada en la vida real, del siglo XIII y la realidad que describí al inicio, todavía nos falta mucho camino por recorrer.

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Esto invariablemente comienza por una FUERTE, CONSTANTE y SISTEMÁTICA educación a nuestros jóvenes, niños y niñas sobre el RESPETO, AMOR, convivencia, diferencias y valor por la DIGNIDAD HUMANA. Y un REAL apoyo del sistema a las mujeres que va mucho más allá de un “él” y “ellas” a la hora de hablar.

Las mujeres hoy queremos un real acceso a trabajos de calidad en condiciones favorables para nosotras, en un ambiente de respeto y donde podamos desarrollarnos en nuestra totalidad como ser humano.

Para poder hablar de LIBERTAD DE NOSOTRAS LAS MUJERES debemos poder vivirla en su totalidad, y lamentablemente, aunque en algunos países si hemos avanzado considerablemente, todavía sueño con ver mujeres REALMENTE LIBRES, y cuando hablo de ser libre me refiero a mujeres SEGURAS, EMPODERADAS, FUERTES, EDUCADAS, RESILIENTES y FELICES, con libertad para poder vivir una sexualidad plena y segura, con igualdad de oportunidades y desarrollándose como MUJERES INTEGRALES en un ambiente SEGURO.

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No me cansaré de decirlo, este siglo será nuestro siglo, estamos en un momento donde UNIDAS podemos lograr los cambios necesarios para poder mejorar esta sociedad, donde TODOS, hombres y mujeres aprendamos a caminar JUNTOS, hombres y mujeres, hombro con hombro, ni uno adelante, pero tampoco ninguno atrás.

!!! Que las vidas de estas mujeres no queden en vano. Que sus historias de vida y lo maravillosas que fueron NO sea olvidado!!!

¡¡¡EL DESTINO NOS LLAMA A ASUMIR EL CAMBIO, TRANSFORMAR Y BRILLAR EN LIBERTAD!!!

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