Las mujeres mandan mucho, pero mucho mucho… gracias a Dios

Manuel Guisande para El Observador

Una cosa que tienen las mujeres, entre otras, claro, es que mandan mucho, pero mucho mucho y no es fácil, nada fácil. ¿Y mandan más que los hombres?, ¿quizás menos?, pues, digamos que diferente.

Tú, a tu esposa, si quieres que te haga un recado, le dices: “si puedes me traes…”, “si haces el favor…” o “cuando pases por…”

Para las mujeres, y esto se ha estudiado en profundidad en varias universidades, la terminología “si puedes…”,  “si haces el favor…”  o “cuando pases…” no existe. ¡¡¡Qué va a existir!!!.

Ellas, otra terminología

Para ellas está el “trae”, “pasa” o “vete”. Es que hay mujeres que son encantadoras.

Y es que mandar no es nada sencillo. Tú, por ejemplo, ahora mismo, que en España llevamos siete horas adelante de Costa Rica, si quieres mandar algo a tu mujer: ¿qué se te ocurre?, ¿qué pasa por tu mente?

Pues tú (y como tú, yo) que traiga pan, unas cervezas o, si fumas, pues tabaco. Igual se te ocurre una lata de mejillones, pero con esfuerzo, eso sí.

Pues tú le comentas a una mujer si quiere algo… y, tela el asunto. Ya puedes entrenarte en un centro de alto rendimiento porque empezará a decirte que traigas la compra entera, no un panecillo o una gaseosa.

O que cubras los papeles del seguro médico; los de la declaración de la renta; los de la matrícula del niño; que llames al fontanero; al carpintero; al electricista, a… y todo eso en un minuto, sin pensar y sin respirar. O sea, como si estuviera subiendo al Everest sin oxígeno, pero en casa.

Respuesta táctica

Una capacidad tienen ellas para mandar y organizar que no me extrañaría que tuvieran una célula en plan grupo policial para operaciones especiales de respuesta táctica… porque no es normal, no es normal tanta actividad cerebral e inmediatez en un minuto y todo ordenado. Normal, no es

Y claro, visto así las cosas, casi mejor que manden ellas, porque si tu máxima preocupación es el pan, unas cervecitas y el tabaco… y lo de la declaración de la renta, la matrícula del niño o del seguro médico ni te acuerdas… pues qué quieres que te diga. Anda, vete a por pan y no protestes, va a ser mejor, hazme caso.