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Los consumidores fueron los grandes perdedores con la restricción del aguacate en Costa Rica

Fuertes incrementos de precio, producto de mala calidad y ausencia del fruto en algunos comercios fueron las consecuencias que debieron…

Por Rodrigo Díaz

Tiempo de Lectura: 3 minutos
Los consumidores fueron los grandes perdedores con la restricción del aguacate en Costa Rica
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Fuertes incrementos de precio, producto de mala calidad y ausencia del fruto en algunos comercios fueron las consecuencias que debieron pagar los consumidores luego que, de golpe, se limitara la oferta del aguacate importado de México.

El reciente fallo de la Organización Mundial de Comercio (OMC) permitiría el reingreso del cultivo desde tierras mexicanas tras siete años de ausencia.

Si bien la actual administración se negó a su apertura, la nueva ministra de Economía, Laura Bonilla, expresó su anuencia a permitir el reingreso de la fruta.

Altos precios y escasez

Desde que se anunció la prohibición para importar aguacate mexicano de la variedad Hass, el precio del cultivo se disparó.

Esto porque las importaciones del producto representaban el 43% del total (casi 6.000 toneladas en el 2015), según uno de los informes sobre aguacate que emite el Consejo Nacional de Producción (CNP).

La razón que esgrimió el Gobierno de Luis Guillermo Solís fue la de proteger a los árboles nacionales de la enfermedad de la mancha de sol que ataca este cultivo.

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Pero el efecto fue muy sentido por los costarricenses.

En el informe de CNP, que monitorea los precios del aguacate, señaló que en el primer cuatrimestre del 2016, el incremento del precio en el mercado mayorista fue de un 47% con respecto al del 2015, poco ante de la veda.

Mientras, en las ferias del agricultor, el aumento fue de un 25%.

En cuanto a precios, el aguacate Hass de producción nacional llegó a colocarse en ¢2.850 el kilo. Mientras tanto, en los supermercados, la misma variedad importada de otros países, como Chile, Guatemala y Perú llegó a costar ¢3.338 el kilo.

El mismo reporte, pero para diciembre de 2018, revela que el precio del fruto llegó a ubicarse, en promedio, por encima de los ¢4.000 en los supermercados.

La Cámara de Exportadores e Importadores de Productos Perecederos (CEIPP) calculó que durante el 2015 y el 2018 el precio del aguacate aumentó un 70%.

Si bien en años recientes el precio promedio registró una baja, en el informe más reciente, de marzo de 2022, se indica que el valor del cultivo importado muestra alzas significativas de entre un 30% y un 40%.

Aunque existe producción nacional, ésta aún no logra abastecer el mercado lo suficiente y se debe seguir importando, aunque las cantidades anuales tienen variaciones.

Por ejemplo,, las importaciones de Chile subieron a 3200 toneladas en 2015, pero la cifra cayó y en 2021 bajaron a 556.

Otro proveedor con un alto crecimiento es Nicaragua, que para el 2021 vendió 3.509 toneladas a Costa Rica.

Ahora bien, si el aguacate mexicano volviera, no sería garantía de que los precios bajen debido a que el precio del producto se disparó en los mercados internacionales debido a su alto consumo, principalmente en Estados Unidos.

Menor calidad

Pero el precio no fue el único elemento. Tras el cierre de las fronteras al aguacate mexicano, hubo escasez en ciertos establecimientos comerciales y en restaurantes que decidieron no ofrecer el producto por no encontrar la calidad requerida en sus recetas.

Otros, decidieron cobrar el costo adicional por incluirlo en la mesa.

La calidad también influyó.

“Supimos de ventas ambulantes en que se congeló el aguacate para que la gente sintiera que estaba duro y lo comprara, pero a la hora de abrirlo el comprador se daba cuenta que no estaba bien”, dijo Erick Ulate, presidente de la Asociación Consumidores de Costa Rica.

También señaló que se presentaron muchos problemas con aguacate que venían de contrabando, hecho que denunció la CEIPP.

Ulate lamentó que en su momento se desoyeran los reclamos de los sectores que pidieron la reapertura del producto.

“No había un sustento técnico adecuado para ello. Nos reunimos con el presisten Solís y acordó hacer una mesa técnica para discutir el tema, pero a los pocos días se quitó”, manifestó Ulate.

El Gobierno de Alvarado mantuvo la veda del aguacate mexicano, y aún con la resolución de la Organización Mundial de Comercio, que falló en contra de la decisión de Costa Rica, se mantuvo firme en la prohibición.

“¿Se quedó algún costarricense sin comer aguacate?”, señaló el mandatario esta misma semana, en una defensa a los productores locales.

El panorama podría cambiar la próxima semana. Tanto Laura Bonilla, próxima jerarca de Agricultura, como Manuel Tovar, nombrado en Comercio Exterior, coinciden en que se permitirá el regreso de la fruta.

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