Josué Alvarado
La mejora en el pronóstico de crecimiento para la economía de Costa Rica este 2023 es “significativa, favorable y positiva”, según expertos consultados por el El Observador en relación al Informe de Política Monetaria más reciente, publicado el domingo.
El Banco Central de Costa Rica proyecta que este año el Producto Interno Bruto (PIB) crecerá un 3,3% y no un 2,7%, como lo estimó en enero anterior.
“Es un pronóstico bastante favorable para la economía costarricense”, comentó el analista Daniel Suchar.
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Por su parte el economista Gerardo Corrales dijo que “se trata de un aumento significativo por cuanto el mundo más bien está proyectando un decrecimiento”.
El también economista José Luis Arce dijo que “el cambio es positivo, visto globalmente”, aunque hay que verle con cuidado.
Mayor demanda externa e interna
Según el Informe de Política Monetaria de abril esta revisión al alza se debe a una mayor demanda tanto externa como interna.
En el exterior responde principalmente al crecimiento en el envío de implementos médicos, servicios empresariales e informáticos.
Mientras tanto a lo interno una mejora en el ingreso disponible por una ganancia en términos de intercambio.
Además, el alza se dará pese a que el sector turismo crecerá un 9,2% y no un 11,4% como se preveía en enero anterior.
Suchar indicó que este informe también contiene otra buena señal: todos los sectores de la economía crecerán, contrario a informes de meses anteriores en los que construcción y agricultura reportaban cifran negativas.
El informe de abril indica que en el caso de la agricultura hay una moderación en la caída de producción de banano y piña, así como una mejora en la producción de actividades de ciclo corto (raíces, tubérculos y hortalizas).
En el caso de la construcción hubo un aumento en los proyectos con destino privado, sin embargo en los proyectos públicos todavía se registran caídas.
Dispositivos médicos impulsará cifras del país en los próximos meses (Archivo/El Observador).
Crecimiento desigual
Suchar recordó que hay un rezago en la producción de las empresas ubicadas dentro del Régimen Definitivo, en comparación con las que están en el Régimen Especial, es decir, las Zonas Francas.
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"Se está quedando un poco rezagado en velocidad el Régimen Definitivo y es por eso que se necesita hacer cambios estructurales en la parte comercial, construcción y agro para tener una Costa Rica mucho más veloz", comentó.
Según el informe del Banco Central la producción del régimen definitivo se ha desacelerado debido a los choques de oferta en la agricultura, la caída en la construcción y la desaceleración del consumo privado.
"Además, como era previsible, la política monetaria restrictiva habría incidido en el costo de financiamiento y, por ende, en las decisiones relacionadas con el proceso productivo", reconoce la Autoridad.
El economista José Luis Arce explicó a este medio que el régimen definitivo está más relacionado al consumo interno, del cual se esperaría también una mejora en los próximos meses.
Según el experto una baja en los precios de las materias primas y una política monetaria menos restrictiva podrían dar pie "a un escenario un poco menos sombrío en términos del crecimiento del consumo, la inversión y el gasto interno".
Corrales considera que la reciente actualización del Banco Central debería de reflejarse en una mejora en los ingresos para las familias y mayores oportunidades de empleo.
