Josué Alvarado
El ministro de Hacienda, Nogui Acosta, se niega a que le llamen “paquete fiscal” al grupo de proyectos que el Gobierno presentó para reformar el cobro de algunos impuestos.
El jerarca dice que “no se vale” llamarle de esa forma porque no están creando nuevos tributos, si no subiendo los que ya existen y, de tal forma, que pagarían más solo quienes más recursos tienen.
En una entrevista con El Observador Acosta aseguró que el efecto que estos proyectos de ley tendrán en las finanzas públicas es “cero”, debido a que el objetivo no es aumentar la recaudación, como sí se pretendía con los cambios del 2018.
Insiste en que las propuestas que se presentaron ante la Asamblea Legislativa pretenden darle justicia a los costarricenses en materia de distribución de los recursos.
El pasado jueves 18 de mayo el Gobierno de la República presentó una serie de proyectos de ley para:
- Sumar los ingresos de los ciudadanos y cobrar el impuesto sobre la renta a partir de ese monto total. Actualmente ese cobro se hace sobre cada ingreso por separado
- Cobrarle 2% de IVA a productos utilizados por personas con discapacidad como lentes, audífonos, bastones, andaderas, sillas de ruedas y otros. Dichos productos no pagan impuestos en este momento
- Cobrarle un 13% y no un 10% de IVA, como ocurre en la actualidad, a los boletos aéreos
- Eliminar una exoneración de impuestos a beneficio de los vehículos que se usan para ‘rent a car’
- Aumentar el porcentaje de impuestos sobre la renta que pagan las micro y pequeñas empresas. Actualmente pagan entre el 5% y el 20% según su tamaño. La propuesta es llevarlo al 30% para todas.
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“No se vale decir que es un paquete fiscal porque no lo es.
“Ya existe el impuesto al salario, el impuesto a los rendimientos (alquileres), ya existe el impuesto a las actividades lucrativas. Lo único que estamos haciendo es uniéndolos”, señaló el jerarca.
Hacerlo antes de que inicie la campaña política
El ministro de Hacienda reconoció, una vez más, la mejora fiscal que ha registrado el país durante los últimos años.
Explica que se da por dos razones. Primero, por la reforma del año 2018 cuyo objetivo sí era aumentar la recaudación en un 1,3% del Producto Interno Bruto (PIB).
Esto le ha permitido al país no solo mejorar sus ingresos, si no que le ha obligado a recortar el gasto a través de la regla fiscal. Pero además, si no se hacía, “el país no salía” considera Acosta.
Además, dice que durante la actual Administración se logró la aprobación de una emisión de eurobonos lo que le ha permitido al país tener mejores condiciones para endeudarse y, como consecuencia, ir reduciendo el volumen de esa deuda.
Ahora la situación es diferente, sostiene. No pretenden captar más recursos, si no “redistribuirlos”, a través de estos proyectos de reforma de ley.
“Ahora, que el Gobierno está con buenas cifras fiscales, es el momento de hacer una discusión sobre cómo vamos a redistribuir las cargas.
“No vamos a cobrar más, vamos a redistribuir las cargas”, dijo después durante la misma entrevista.
Acosta explicó que decidieron hacer la propuesta en este momento porque todavía les queda un año para que la discusión no se vea afectada por la campaña electoral del 2026. Si lo hacen durante esa época el jerarca considera que la negociación podría ser meramente política y no técnica.
Y aunque Acosta dice que quieren avanzar rápido, señala que la discusión de este grupo de proyectos “no es de vida o muerte”.
“De ellos dependerá”, dijo refiriéndose a los diputados.
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Voces en contra de los proyectos
Desde que se anunciaron estas iniciativas gubernamentales diputados, exdiputados, líderes empresariales y distintas agrupaciones profesionales se han manifestado en contra.
Una de las voces que reclaman es la del exdiputado liberacionista Antonio Álvarez, quien llamó el plan del Gobierno como un “chop suey de impuestos”.
Por otro lado, acusó al presidente de la República, Rodrigo Chaves, de mentirle al pueblo y de tratarle como un “tonto” al decir que no son nuevos impuestos, pero que sí subirán.
A él se sumó el exlegislador Otto Guevara quien celebró que las cinco bancadas de oposición externaron su rechazo a más gravámenes y con ello, se trata de iniciativas de ley “que nacieron muertos”.
Entre sus argumentos está el aumento de 10% a 30% a pequeñas y medianas empresas, al considerar una tasa muy alta. Más bien, se posicionó a favor de un tributo de 15% para las sociedades y personas físicas.
El diputado del Partido Liberal Progresista, Eli Feinzaig, recordó que cuando Chaves fungía como ministro de Hacienda en el 2020 impulsó un plan para gravar salarios a partir de los ¢500.000.
La Cámara de Comercio, por su parte, recomendó aumentar la base de contribuyentes, con acciones que permitan a empresas su respectiva formalidad.
“En vez de pensar en incrementarla, se debe disminuir la carga tributaria a aquellas (empresas) que cumplen con sus obligaciones y generan el 87% del empleo del país”, indicó la agrupación.
En la Cámara Nacional de Agricultura y Agroindustria (CNAA) también anunciaron su “rotunda oposición” al paquete de aumentos.
Nota del editor
Esta nota varió su enfoque y su título debido. El ministro dice “lo único que estamos haciendo es uniéndolos” y no lo únicos que estamos haciendo es subiéndolos” en referencia a varios tributos, como se consignó inicialmente.
