Redacción El Observador
Esta madrugada, aún en la penumbra del Estadio Nacional, las atletas Andrea y Noelia Vargas se sometieron a importantes pruebas físicas. En el caso de Andrea, así arranca con el proceso de preparación para los Juegos Olímpicos de Tokio 2020.
Las hermanas se realizan estos exámenes un día después, de que la Municipalidad de San José anunciara que junto a su madre y entrenadora, Dixiana Mena, serán las mariscales en el Festival de la Luz.
Según reportó Olman Mora de prensa del Comité Olímpico Nacional (CON), hoy las Vargas se realizaron la prueba de “sudoración”, considerada vital para ajustar los protocolos de reposición de líquidos en las atletas. Paola Ávila, nutricionista del Comité, se encargó de los exámenes.
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El protocolo inició con el pesaje de las atletas y de la botella de agua que consumirían durante su entrenamiento normal, bajo la supervisión de su madre y entrenadora Dixiana Mena”, señaló el CON. Dos horas después, se volvió a pesar a las atletas para determinar la tasa de sudoración, cuánto pierden en sudor.
“Además se le colocaron parches para recolectar muestras de sudor y así determinar la pérdida de sodio y potasio de cada una de las atletas en la parte alta de la espada y pecho”, describió Ávila.
Andrea Vargas detalló que el próximo año tendrán varias competencias en Estados Unidos, como preparación a las Olimpiadas. “Además sabemos que Tokio para julio y agosto tendrá un clima muy caliente. Estas pruebas nos dirán mucho para poder establecer parámetros a seguir”, comentó la especialista en 100 metros con vallas.
El CON recordó que realizan estas pruebas a todos los atletas que están en busca de su clasificación a Tokio 2020. El sábado pasado, Kenneth Tencio consiguió la clasificación a Tokio 2020 en el Mundial del BMX Freestyle en Chengdu, China.
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Año de ensueño
La nutricionista Paola Ávila se encargó de las pruebas esta madrugada. (Prensa CON)
Andrea Vargas ha tenido un 2019 espectacular. La abogada ganó una histórica medalla de oro en los Juegos Panamericanos de Lima, con un tiempo de 12,82 en los 100 metros con vallas. Su nuevo tiempo le aseguró un espacio en los Juegos Olímpicos Tokio 2020.
El Instituto Costarricense del Deporte y la Recreación (Icoder) aumentó la beca deportiva de la atleta a un ¢1 millón por mes, luego de su destacada participación en Perú.
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Luego brilló en el Mundial de Atletismo en Doha, donde rompió los récords tanto costarricense como centroamericano, al bajar la marca de 12,68 segundos a 12,65. En la final volvió a sorprender con un tiempo de 12,64. Los números la colocaron entre las mejores cinco atletas del mundo en esta disciplina, a la par de atletas de potencias como Jamaica y Estados Unidos.
La corredora se trasladó el 16 de octubre a vivir en Oregón, Estados Unidos, donde labora su esposo.
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