Lucía Sánchez
El Estado de las Capacidades en Ciencia, Tecnología e Innovación (Eccti) del Programa Estado de la Nación (PEN) registra 76 emprendimientos que incluyen ciencia, tecnología e innovación. Todos estos startups o empresas emergentes son nacionales. De ellas, el 53% ofrece productos y el restante 47% servicios.
Es parte de las conclusiones del relanzamiento de Hipatia, el portal interactivo del Estado de la Nación que analiza cómo estamos en Costa Rica en materia de Ciencia, Tecnología e Innovación (CTI). La plataforma da una radiografía de las capacidades del país en CTI y conecta oportunidades de inversión, al acercar la oferta y demanda de tecnología y de recurso humano calificado.
Para este año una de las innovaciones de Hipatia es la sección de “Startups en Cifras”, que muestra características de las empresas emergentes tecnológicas registradas en la Red StratUp CR.
RainforestLab es un ejemplo del panorama de desarrollo que busca engancharse a la Cuarta Revolución Industrial. Es un emprendimiento para que los niños en edad preescolar aprendan a programar y a usar robótica. En el 2013, Kryscia Ramírez, directora ejecutiva de la empresa, realizó su tesis doctoral. Su investigación se transformó en la compañía.
“Fue un poco difícil porque cuando uno hace un emprendimiento está aprendiendo y entrando en áreas que no son su especialidad o su experticia, entonces detalles como qué trámites hay que hacer para formalizar la empresa, los mismos trámites que la universidad me ayudó para que las herramientas estuvieran bajo protección de propiedad intelectual, meternos en la parte de contabilidad y esas cosas”, indicó Ramírez.
Los niños entre 3 y 6 años se forman en estas áreas gracias a Titibot, un mono tití en el que, con un dispositivo y el robot, el menor programa y soluciona retos. Luego se le envían al robot para que “lo ejecute y para que él vea su creación”.
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Aprender a colaborar
Los niños usan la tecnología para aprender. (Cortesía)
Según Ramírez, la innovación de su tesis doctoral fue la automatización del aprendizaje colaborativo. Con Titicolabs los niños aprenden a colaborar.
“Con la motivación de usar un robot y usar una tableta, aprenden a colaborar desde edades pequeñas, que en ese momento todo es alrededor de ellos, ellos son el centro del mundo. (…) Ellos de verdad aprendan a colaborar y empiezan a interrelacionarse y ayudarse mutuamente”, expresó la directora ejecutiva.
RainforestLab es una de las ocho empresas de emprendimientos con servicios de enseñanza que contabiliza Eccti. La enseñanza es la segunda área más abarcada por estos emprendimientos. Representa un 11% del total.
La primera es Telecomunicaciones, programación, procesamiento y hospedaje de datos, con un 12%.
La mayoría de estas empresas están centralizadas en la Gran Área Metropolitana (GAM). El 66% son de San José, el 14% de Heredia, el 9% de Cartago y el 8% de Alajuela. Fuera de este sector, sólo Guanacaste tiene dos start-ups, lo que representa un 3%.
Estas dos empresas están ubicadas en Tilarán. Una es Ayil y se dedica a servicios de comunicación. La otra es Innovacorp de Centroamérica S.A y elabora productos alimenticios y bebidas.
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Sólo el 2% recibe apoyo financiero
Pixlab es una startup que crea productos digitales para personas y empresas. Quizzis es una de sus aplicaciones. Surgió en el 2015 a partir de la necesidad que identificaron sus dos fundadores de una herramienta de estudio. Las personas pueden practicar para exámenes como:
- prueba teórica de manejo
- Bachillerato (se adecuarán a las pruebas FARO)
- de admisión a las universidades
- naturalización de extranjeros
- aviación civil
“Hemos alcanzado más de medio millón de descargas y además de esto la hemos llevado a otros países como Argentina, Chile, México, Panamá, El Salvador y Estados Unidos”, comentó uno de los fundadores, Steven Acosta.
Este año lanzaron iSchool. La aplicación pretende sustituir los cuadernos de recados de los centros educativos.
Pixlab no recibió ningún apoyo financiero. RainforestLab tampoco. Solamente el 2% de las start-ups en esta área reciben apoyo financiero según datos del Eccti.
“El tema de financiamiento para empresas de nuestra naturaleza está un poquito abstracto todavía, por el hecho de que los financiamientos tradicionales lo que requieren es tener algún tipo de garantía, una propiedad, un bien, y nosotros lo único que tenemos es el trabajo”, indicó Acosta.
“Es un tema pendiente como país porque no tenemos mucho que ofrecer más que nuestros propios proyectos”, agregó.
“En estos cuatro años más bien lo vemos como un logro haber podido mantenernos funcionando sin necesidad de habernos financiado”, comentó Acosta.
A inicios de diciembre, el Gobierno anunció que unas 10 empresas “disruptivas” obtendrán una inversión de $50.000 dentro de un plan piloto de capital de riesgo, como parte de un nuevo programa de la Promotora del Comercio Exterior de Costa Rica (Procomer) y el Sistema de Banca para el Desarrollo (SBD).
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Desconocimiento sobre propiedad intelectual
Casi la mitad, el 46%, de las empresas no tiene ningún tipo de protección de propiedad intelectual. El 35% explicó que desconocen el proceso relacionado.
La cuarta parte no protege la propiedad intelectual por los costos que representa; 20,69% por otras razones y para un 13,79% esto no aplica.
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Lucía Sánchez
