Mariana Mena
Los paros cardíacos y derrames asociados a la hipertensión o presión alta, se han vuelto más frecuentes en personas más jóvenes.
Según datos de Vigilancia de la Salud, en Costa Rica se diagnostican alrededor de 53 personas por día. El total en 2021 fue de: 19.507 nuevos casos de hipertensión.
“Lo más preocupante y que llama la atención en los últimos años, es la cantidad de pacientes hipertensos con complicaciones secundarias como paros cardíacos y eventos cerebro vasculares, como los derrames, en pacientes de 30 a 50 años”, señaló Gabriela Avendaño, de la Cámara Costarricense de la Salud.
Para los expertos, los altos índices son atribuibles a las consecuencias post pandemia, debido a cambios importantes en el estilo de vida.
“Muchos factores modificaron el tipo de vida de la población que se quedó con esos cambios y tenemos muchos casos irreversibles en pacientes jóvenes”, alertó Avendaño.
De acuerdo con la especialista, después de la pandemia, aumentaron los casos de mujeres y hombres entre 30 y 40 años, que requieren cateterismo cardíaco.
“Enemigo silencioso”
“Es urgente hacer un llamado a la población, esta es una enfermedad silenciosa y progresiva que puede matar a los que no tienen un buen control médico”, comentó Andrea Gamboa, de la Cámara Costarricense de la Salud.
Hay factores que generan un riesgo para desarrollar la enfermedad estos son:
- Secuelas del covid-19
- Sedentarismo
- Fumar
- Comidas altas en sodio
- Obesidad
“La obesidad y sobrepeso hacen que la presión vaya subiendo, tenemos datos que por cada 5 kilos que se pierda, la presión va a bajar de 10 a 15 mm de mercurio”, explicó Gamboa.
