Rodrigo Díaz
Los viejos pinos, árboles moribundos, raíces que sobresalen de la tierra y el paisaje lúgubre nocturno que ofrece el bulevar de Los Yoses, en Montes de Oca, será muy pronto cosa del pasado.
Una iniciativa interinstitucional, denominada Conexión Viva, cambiará el rostro del lugar. Se eliminarán 80 árboles que se sustituirán con especies nativas; se plantarán más de 1.000 arbustos y plantas pequeñas; y se instalará mobiliario urbano para el disfrute de todas las personas.
El proyecto comprende la rehabilitación ecológica y urbana de la isla norte del bulevar, que pertenece a gobierno local. Este sector abarca desde calle 41 (antigua Subaru) hasta calle 49 (parada de buses del Mall San Pedro).
A partir de este lunes, la Municipalidad de Montes de Oca y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), iniciarán las obras que tendrán un costo de más de $100.000 provenientes de cooperación no reembolsable.
Proyecto por etapas
Se desarrollará en tres etapas. La primera durará dos meses, entre julio y agosto. La municipalidad removerá 20 árboles viejos y plantará 40 nuevos además de múltiples plantas más pequeñas. Paralelamente se colocará mobiliario urbano que creará nuevos espacios para la niñez, juventudes, personas adultas mayores y mascotas.
La segunda etapa está prevista para ejecutarse entre mayo y junio del 2022. En ella se removerán 60 árboles y se plantarán 40. Es decir, al final de toda la intervención se mantendrá la misma cantidad de árboles pero con una mejor distribución. Se construirá una pequeña rampa para patinar, un espacio multiuso, estructuras para ejercicio, una plataforma para recreación y más.
Acá se muestra el área que se impactará con el proyecto:
Una tercera etapa se realizará posteriormente, y contemplará el otro lado de la calle principal, en terrenos que pertenecen al Ministerio de Obras Públicas y Transporte (MOPT).
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¿Por qué sustituir los árboles?
Uno de los puntos más visibles del proyecto será la sustitución de los árboles que por décadas han caracterizado el paisaje del bulevar.
Tras el paso de los años, estos árboles están enfermos, sobremaduros y muestran daños irreversibles. El 85% son especies exóticas, en su mayoría pinos, que aportan muy poco al ecosistema, pues no permiten que las aves permanezcan ahí. Sus raíces afectan tuberías y aceras, y como permiten poca cobertura en los suelos, también generan inundaciones.
Incluso algunos representan un riesgo para personas y vehículos por la posible caída de ramas.
Así lo determinaron dos estudios fitosanitarios coordinados por el PNUD.
En su lugar, en el bulevar se plantarán especies como vainillo (Tecoma stans), targuá (Croton draco) y flor blanca (Plumeria rubra). Son nativos de Costa Rica y aportan mayores beneficios ecosistémicos. Algunos crecerán alrededor de los 10 metros y aportarán alimento a las aves.
También se sembrarán arbustos como pavón amarillo (Justicia aurea), rabo de zorro (Stachytarpheta frantzii), lantana o cinco negritos (Lantana camara), entre otros. Otras plantas como botón de oro (Sphagneticola trilobata) atraerán polinizadores y aportarán a la protección del suelo.
Todas las especies fueron elegidas a partir de ciertas características (tipo de copa, raíces, altura, flores y frutos) necesarias para adaptarse a las condiciones del bulevar de Los Yoses, y que interactúen de una buena forma con las tuberías, aceras y el mobiliario urbano que se instalará.
Además de la inclusión de especies de flora y fauna, el proyecto busca integrar a la comunidad. De ahí que el diseño incluye espacios para que las personas puedan hacer actividad física y tengan diversas opciones recreativas, disponibles a cualquier hora y con seguridad.
La creación de estas áreas no se hizo de forma antojadiza, sino que se involucró a la comunidad en las necesidades que tenían y las mejoras que querían ver en la zona.
“El diseño fue inclusivo, al contemplar las necesidades que nos expresó la comunidad. A través de un urbanismo feminista podemos repensar la ciudad, para lograr espacios seguros para todas y todos en conexión con el verde”, afirmó el Representante Residente del PNUD, José Vicente Troya Rodríguez.
Asi se ve:
Así quedará:
Corredor Biológico María Aguilar
La iniciativa es parte del proyecto Proyecto Paisajes Productivos Minae-GEF-PNUD, el cual coordina acciones locales para conservar la biodiversidad y aumentar la conectividad biológica.
En este caso, se enmarca dentro de las acciones que trabajan diferentes instituciones en el Corredor Biológico Interurbano María Aguilar.
Lo que se busca es tener un proyecto de interconexión en diferentes zonas verdes a lo largo de este afluente. Abarca los cantones de La Unión, Curridabat, Montes de Oca, Alajuelita y San José.
“Los Corredores Biológicos son una estrategia de conservación vital para conectar fauna, flora y los ecosistemas, y así resguardar los recursos naturales. Conexión Viva aumenta la conectividad biológica al ser un punto clave dentro del Corredor Biológico Interurbano María Aguilar, djo Rafael Gutiérrez Rojas, director del Sistema Nacional de Áreas de Conservación (SINAC).
El apoyo de la municipalidad local es decisivo para lograr la implementación del proyecto.
“Las municipalidades debemos usar la ciencia para entender problemas que nos aquejan desde hace muchos años y que se pueden mejorar a través de intervenciones estratégicas como Conexión Viva. Esta iniciativa se enmarca en la estrategia de mitigación y adaptación al cambio climático, y aportará significativamente a las estrategias de mejora y aumento de la masa arbórea en el cantón”, dijo Marcel Soler Rubio, alcalde de Montes de Oca.
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Rodrigo Díaz
