Krissia Morris Gray
El retorno a las clases presenciales, aunque sea por horas, está a la vuelta de la esquina. Este año se combinará con la virtualidad.
Tras casi un año de convivencia con el virus SARS-COV-2, este 8 de febrero arrancará el curso lectivo 2021 bajo un nuevo formato, tanto en centros públicos como privados.
En este contexto hay padres de familia que temen que sus hijos puedan resultar contagiados.
¿Es este hemos justificado? Para el médico intensivista Marco Boza el riesgo no solo estará en el regreso a clases, sino que comienza desde el hogar, si los padres de familia, personas adultas, encargados o tutores no se cuidan.
Por eso remarcó que las personas con hijos, desde las casas, deben cumplir aspectos básicos como:
- Lavado constante de manos
- Uso correcto de la mascarilla
- Toser y estornudar aplicando las técnicas conocidas
- Además, si alguno de los miembros está con síntomas, aplicar el distanciamiento social
El especialista recordó que el covid-19 es una enfermedad infecciosa, contagiosa y de transmisión personal.
“El riesgo en el aula comienza desde el hogar. En el hogar tienen que haber adultos y adolescentes muy responsables para evitar que los niños lleven el contagio a la escuela”, afirmó Boza.
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Remarcó que los padres de familia, los hermanos, adultos mayores y otros familiares con los cuales los menores se relacionan deben cuidarse.
“La única forma de evitar que en las escuelas haya contagios es cuidándose los adultos para no contagiar a los niños”, explicó.
El lavado de manos es fundamental para estudiantes, profesores y personal administrativo. (Archivo | El Observador)
Proceso de socialización
Los estudiantes de maternal y kínder, así como los del primer nivel básico de educación (primero, segundo y tercer grado), son inquietos, juguetones y comparten sus cosas.
“Esto forma parte del proceso de socialización, en que al niño se le enseña a no ser egoísta y compartir sus cosas y participar de juegos.(…) Los niños son niños”, dijo Boza.
En este sentido, comentó que no hay problema que dicha población tenga contactos amistosos y que compartan comida, juguetes e implementos educativos con sus compañeritos.
Apeló que para los menores más pequeños es suficiente:
- Lavado constante de manos con agua y jabón
- El distanciamiento de los pupitres, en el caso de los escolares
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Indicó que, en el caso de los niños más pequeños, es difícil que mantengan el distanciamiento social.
“El problema son los papás y los hermanos mayores y los adultos menos responsables (…) que salen de casa y no se cuidan como deberían”, recalcó.
“Si estos niños vienen de un hogar, donde hay un adulto joven que no se cuida, un padre de familia o cualquier miembro de la familia que no se cuida, echó a perder el aula entera”.
Añadió que la integración dentro del aula de un grupo de niños sanos, favorece el proceso de aprendizaje y no representa ningún riesgo epidemiológico ni pandémico.
Los mayores
En el caso de los alumnos del Segundo Ciclo de la Educación Básica, apuntó que, por edad, estos tienen una posibilidad mayor de cuidarse más.
En este sentido recomendó que:
- No compartan su merienda
- No compartir el vaso
- No compartan confites
- Pueden mantener el distanciamiento social en el aula
“Estos niños tienen la capacidad de entender que, si va a haber una aproximación con sus compañeros, aumenta el riesgo de contagio y pueden pedir que no lo hagan”, externó Boza.
A los estudiantes de mayor edad se les debe hablar claro sobre los riesgos de contagio. (Archivo | El Observador)
Hablarle claro y directo a los colegiales
En el caso de los colegiales, Boza acotó que este grupo tiene un mayor grado de entendimiento de lo que es la enfermedad.
“Tienen una mayor comprensión de lo que es guardar la distancia y del correcto uso de la mascarilla, pero los adolescentes son muy físicos y les gusta la cercanía”.
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Al tiempo, refirió que este grupo etario está en una fase confrontación, en que ponen en duda los valores y principios de los adultos.
“La educación de los adolescentes tiene que ser de una alta calidad dentro del hogar”, señaló.
Otra de las recomendaciones para los adolescentes es que se les debe hablar las cosas tal y como son, en el que se le explique el problema que atraviesa el país a causa del covid-19 y de los riesgos existentes.
En este proceso, abogó que los padres deben instarle a los adolescentes que deben cuidarse dentro del aula y también proteger a los compañeros.
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¿Y el sistema educativo?
Boza detalló que se debe asegurar que el el sistema de educación tenga credibilidad.
“El sistema educativo debe dar el ejemplo, debe velar por el bienestar de los niños, debe hacer todo lo que sea necesario para garantizar, dentro de lo razonable, el bienestar de los niños”, apuntó.
Remarcó que “si los niños que llegan al aula están sanos, no hay contagio y de eso depende de los adultos que viven con ellos dentro del hogar”.
Krissia Morris Gray
