Sobreviviendo a las actividades sociales de fin de año en la empresa: ¡llevemos la fiesta en paz!

Adriana Quesada para El Observador

– ¿Qué está haciendo Lucrecia, aquí, en la fiesta? ¿No estaba incapacitada?

– ¡Ay no! ¡Ya Julián se pasó de tragos y está jugando de “Romeo” con Pamela!

– ¡Susana se está peleando en la piscina con la jefa! ¡La van a despedir el lunes!

¿Reconocen estas frases? Lamentablemente, son frecuentes en época de fin de año cuando empiezan las celebraciones, fiestas y paseos en las empresas para cerrar el año laboral. Se busca propiciar un rato de esparcimiento entre los compañeros de trabajo.

Si bien estas actividades ayudan a mantener un buen ambiente laboral, en ocasiones se dan situaciones como las descritas al inicio de este artículo. Son situaciones que pueden poner en un aprieto a patronos y trabajadores, y empañar un momento que debería ser de celebración.

Las reglas no cambian

Al tratarse de una actividad generalmente realizada fuera del centro de trabajo e, incluso, fuera del horario laboral, suele ser una creencia común que esto implica que las reglas que rigen durante la jornada laboral desaparecen y las jerarquías dejan de existir.

Sin embargo, esta creencia resulta equivocada, pues seguimos estando en una actividad de naturaleza laboral, con nuestros compañeros, jefes o subalternos.

Así las cosas, conviene preguntarse: ¿cómo tener una fiesta de fin de año sin contratiempos? Les compartimos algunas recomendaciones que pueden ahorrarle dolores de cabeza en las fiestas de empresa:

• Normalmente, la participación en este tipo de eventos es voluntaria, por lo que se deja a discreción de los trabajadores si participan o no en ellos. En caso de que se realice en horas laborales, es importante que el patrono aclare si las personas que no participen de la fiesta deberán mantenerse laborando.

• Los trabajadores cubiertos por una incapacidad no deben participar de las fiestas empresariales, Esto en virtud de que ellos se encuentran inhabilitados durante las 24 horas del día para realizar cualquier actividad académica, recreativa o física. Y que no sea el descanso asignado por el médico tratante, con el fin de procurar su pronta recuperación.

• Las trabajadoras en licencia de maternidad sí pueden participar en las fiestas empresariales. Esto en virtud de la reciente reforma al Reglamento de Incapacidades de la CCSS, que establece que la inhabilitación para ellas será únicamente respecto de labores remuneradas.

• La obligación de observar buenas costumbres se mantiene para todas las personas durante las fiestas de trabajo. Por ello se debe procurar tener cuidado con lo que se dice y se hace, pues podrían existir implicaciones –incluso disciplinarias– por lo que pase durante la fiesta.

• El hostigamiento sexual en el empleo consiste en una conducta de naturaleza sexual indeseada en perjuicio de una persona con la que se trabaja. Un acercamiento indebido, un comentario inapropiado, una propuesta no deseada o un chiste pasado de tono, que ocurran durante la fiesta de la empresa, pueden terminar en una denuncia por hostigamiento sexual, la cual deberá ser investigada y sancionada, en caso de que se llegue a comprobar el hecho.

• En caso de que ocurra un accidente durante la fiesta, la póliza de riesgos de trabajo podrá ser aplicada, siempre que se trate de una actividad organizada por el patrono. Ahora bien, si el accidente ocurre producto de un consumo de alcohol en exceso, podría ser excluido de la cobertura.

Las reglas claras siempre son una buena herramienta para tratar de prevenir situaciones incómodas durante las actividades.

En este sentido, nuestra firma puede colaborar con su empresa en la elaboración de directrices. Esto para recordarles a sus trabajadores el comportamiento que se espera de ellos en las actividades de fin de año.

O, bien, puede solicitar nuestra asesoría, en caso de que se le presente alguna eventualidad durante las celebraciones.