Redacción El Observador
Por Natalia Tencio, Comunicadora en Fundación ALIARSE
En promedio en Costa Rica generamos 3 botellas por persona por semana y aunque para algunos la historia termina ahí, para una gran cantidad de personas apenas inicia. El reciclaje más que ser una necesidad para el ambiente se ha vuelto una herramienta para la subsistencia de cientos de familias.
Fundación Aliarse desde su proyecto Reciclaje Inclusivo ha trabajado durante los últimos años para que esta sea una historia llena de esfuerzo, éxito y esperanza para muchos de los actores de la cadena. El proyecto se enfoca en aumentar la recolección de PET, plástico del que están hechas la mayoría de botellas de refrescos, mientras también se involucran y benefician personas durante todo el proceso. En el 2022, 1680 toneladas de plástico PET fueron recuperadas por el proyecto.
Una tonelada de PET tiene un valor promedio en el mercado de 180 000 colones, pero para recuperarla requerimos de personas recolectoras, transportistas, centros de acopio y procesadores. Es por esto que el proyecto busca facilitar el encadenamiento de las personas y asegurarnos sin importar en que parte de la cadena se encuentren, puedan beneficiarse y recibir un pago por su trabajo.
“Detrás de cada tonelada de residuos que vemos, muchas personas no se imaginan el trabajo arduo que requiere esta labor para darle un manejo adecuado a todos esos materiales,” menciona Karen Umaña, Consultora del proyecto, quién además nos comenta su vida ha sido impactada en gran manera por poder ver de primera mano los alcances logrados.
En Aliarse se busca, no solo impactar al ambiente, si no poder dar mejores oportunidades a las personas. Por lo que dentro de Reciclaje Inclusivo, podemos ser testigos del impacto transformador que puede tener el reciclaje en la vida de las personas.
Un ejemplo concreto es el de una familia que, tras haber sido prohibido el ingreso de buzos al relleno sanitario de Río Azul, comenzó a recolectar materiales valorizables en la calle para poder evitar que llegaran al relleno y venderlos para obtener algún ingreso. Más de 20 años después, gracias a este trabajo constante, sus hijas han logrado obtener educación universitaria, lo cual les ha permitido salir adelante.
Hoy en día, no solo cuentan con un centro de acopio y un camión, sino que también emplean a otras 5 familias en su actividad y participan del proyecto. Este es solo uno de los muchos casos que hemos visto, en los cuales el reciclaje inclusivo se convierte en una herramienta poderosa para generar ingresos, educación y desarrollo comunitario.
“Me siento muy agradecido por que me han tomado en cuenta, el proyecto no solo me ha hecho aprender mucho si no que ha sido de mucho beneficio para mi familia.” Comentó David, Transportista de material. Quien además agrego “Trabajar en un proyecto que contribuye al cuidado del medio ambiente y al desarrollo de las personas que dependen de ello, es algo que me hace sentir muy bien y estoy orgulloso de ser parte”
Durante el último año el proyecto ha tenido grandes resultados tanto en cantidad de toneladas recuperadas como de actores involucrados gracias al apoyo de socios estratégicos. Hoy en el Día Mundial del Reciclaje les invitamos a ustedes a separar, lavar, secar y entregar sus residuos, manteniendo presente no solo es por el ambiente si no que pueden aportar a la vida y la realidad de muchas familias.
Trabajemos como país para tener un futuro más sostenible.
