Mariana Mena
Keibril Amira García Amador habría celebrado este lunes 10 de julio su primer año de vida, sin embargo, se cumplen tres meses sin conocer su ubicación ni estado.
La menor fue raptada de los brazos de su mamá en Cervantes de Cartago el 9 de abril, y el Organismo de Investigación Judicial (OIJ) no ha podido dar con ninguna pista que lleve a localizarla.
Fue el 23 de junio que se realizó una nueva búsqueda, tras recibir información confidencial y localizar unas fosas, pero sin resultado positivo.
“Los agentes están realizando un rastreo, a las orillas del río Birrisito; hace algunas semanas se hizo un operativo en la misma zona debido a que el sospechoso fue ubicado allí”, informó, en ese momento, Randall Zúñiga, director a.i. de la policía judicial.
“En la actualidad se recibió información confidencial acerca de nuevos puntos en que se podría enfocar la búsqueda y es lo que se está haciendo”, agregó en junio.
Hasta la fecha, el padre biológico de la niña de apellido Casasola, es el único sospechoso y según la policía, testigos los vieron entre jueves y viernes santo, rondando varias fincas.
Casasola se mantiene en prisión preventiva mientras continúan las diligencias judiciales. Por ahora, no ha colaborado con la policía en dar alguna información sobre el paradero de la menor.
Ese hombre es sospechoso del rapto y de varios delitos violación. La prueba de paternidad confirmó que es el padre biológico de la bebé desaparecida, cuya madre era de 13 años en ese momento.
Menor fue raptada el 9 de abril en Cervantes de Cartago. (Archivo / El Observador)
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Investigación del PANI
De acuerdo con la información suministrada por el Patronato Nacional de la Infancia (PANI), el Proceso Especial de Protección sigue abierto. La madre adolescente de la bebé desaparecida está en custodia.
“La protección consiste en acciones psicosociales y legales para garantizar la atención integral a las tres personas menores de edad, con énfasis en el apoyo psicológico”, explicó a El Observador la oficina de prensa.
A la abuela de Keibril, el PANI le quitó a la mamá de la bebé, así como a otros dos menores. Se trata de un niño de 9 años y una niña de 2 años.
Según consta en el Registro Civil, la menor de 2 años es hija del sospechoso del rapto y padre biológico de la menor desaparecida, de apellido Casasola.
El PANI recibió fuertes cuestionamientos por el manejo del caso, al ser una niña de 13 años embarazada, violada por su padrastro cuando rondaba los 12 años.
Tanto el Ministerio de Educación (MEP), como el Hospital Max Peralta de Cartago, afirman haber denunciado el caso y aplicado los protocolos.
No fue hasta el mes anterior, 9 de mayo, que la institución suspendió con goce de salario a seis funcionarios por este caso.
“Tenemos seis funcionarios con investigación disciplinaria y medida cautelar de suspensión con goce salarial. Respecto del proceso disciplinario, tiene el carácter de confidencial, hasta que concluya”, respondió el PANI.
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Búsquedas sin resultado
Por más de 15 días, agentes del OIJ, Cruz Roja y Fuerza Pública buscaron en fincas de Juan Viñas, Cervantes y Pacayas, en la provincia de Cartago, sin encontrar ninguna pista.
Una pijama con algunas manchas de aparente sangre fue lo único que se localizó, pero el 4 de mayo, el OIJ informó que después de realizar las pruebas de laboratorio no se logró obtener ADN de origen humano en cantidad o calidad suficiente para realizar el perfil genético.
Las autoridades realizaron búsquedas por videos y testigos que reportaban al sospechoso en un vehículo por esos lugares.
En su mayoría eran grandes extensiones de tierra, con sembradíos de caña y café, así como ríos y acantilados.
También, el OIJ mencionó que otra línea de investigación buscaba descartar o confirmar que el sospechoso entregó la bebé a otra persona.
“Hay otra línea de investigación que descarta la posibilidad de que fue entregada a otra persona y la sacaron del país”, indicó Zúñiga en mayo.
“Tenemos a los agentes dedicados al caso de lleno. Se hizo todo lo humanamente posible por localizarla con recurso terrestre y aéreo en las fincas”, agregó.
Por ahora, las autoridades judiciales no dan por fallecida a la menor, aunque en las últimas declaraciones públicas, esa posibilidad ha ganado fuerza, aunque no se haya localizado el cuerpo o algún indicio fuerte de que este sin vida.
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