Krissia Morris Gray
El Banco Hipotecario de la Vivienda (Banhvi) alertó que el recorte de ¢6.689 millones, contenido en el primer presupuesto extraordinario del 2022, tramitado por el Ministerio de Hacienda, afectará a 648 familias de escasos recursos que esperan su vivienda de interés social.
Dagoberto Hidalgo, gerente general del Banhvi, señaló que las viviendas equivalen a 27.520 metros cuadrados que no se construirían. Tampoco se generarían 2.477 puestos de trabajo.
Estos fondos se trasladarían para Hacienda, de acuerdo con la propuesta de primer presupuesto extraordinario de la República presentado por el Gobierno el viernes anterior.
Más efectos
Hidalgo comentó también que dicha instancia no podrá reabrir las ventanillas para recibir nuevas solicitudes de bono familiar de vivienda, las cuales están cerradas desde mediados del año anterior.
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“No ha sido posible atender, al cierre de enero de 2022, a unas 6.850 familias con su trámite ya presentado en las entidades autorizadas (mutuales, cooperativas, bancos, entre otras). Para atender estos casos la inversión requerida es de ₡73.500 millones”, añadió Hidalgo.
Adujo que debido a los recortes experimentados por la entidad desde el año 2020, se redujo la capacidad del Sistema Financiero Nacional para la Vivienda (SFNV) para continuar atendiendo las solicitudes de bono familiar de vivienda, considerado un derecho fundamental de todos los costarricenses.
65.526 millones menos
Hidalgo enfatizó en que este sería el segundo recorte para el 2022 a los programas de vivienda social planteados por el Ministerio de Hacienda. Esto debido a que en el presupuesto ordinario, aprobado a finales del 2021, se recortaron ¢21.476 millones.
“Si sumamos ambos recortes, del presupuesto 2022, estamos hablando de ¢28.165 millones menos, esto significa que se dejarían de construir 2.726 viviendas para familias de escasos recursos, las cuales pasarán a engrosar el déficit habitacional y la desigualdad en el país.
Por otro lado, recordó que también en el 2020 se aplicó un recorte de ¢16.528 millones, mientras que en el 2021 la reducción presupuestaria fue de ¢20.833 millones.
Al sumar los diferentes recortes a lo largo tres años, el Banhvi dejó de percibir más de ¢65.526 millones para la construcción de casas de interés social.
El ejecutivo señaló que los recursos del bono de vivienda no se consideran de gasto corriente, sino que constituyen fondos de inversión en infraestructura social. De esta manera, una reducción de recursos tendría un fuerte impacto en la reactivación económica.
Es por ello que solicitó a los diputados no aprobar el nuevo recorte, debido a los efectos negativos que tendrá para las familias de menores recursos económicos.
Diputados critican recorte
Por su parte, diputados de oposición criticaron al Gobierno por tratar de trasladar esos ¢6.689 millones destinados a vivienda de interés social para ser utilizados en tecnología del Ministerio de Hacienda.
De acuerdo con el liberacionista Gustavo Viales y el independiente Harllan Hoepelman, esto se suma a otras rebajas que el Banco Hipotecario de la Vivienda (Banhvi) ha enfrentado en los últimos años.
“Esta constante reducción de recursos al Banhvi afecta de forma negativa a miles de familias que han tramitado por años una solución de vivienda digna”, señaló Hoepelman.
“Parecen no estar de acuerdo con reactivar la economía, generar empleo y techos dignos”, aseguró Viales.
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Ante ello, este legislador informó que presentó una moción para eliminar esa acción que pretende el Gobierno.
¿Consecuencias en Hacienda?
Este miércoles, Elian Villegas, ministro de Hacienda, se presentó en audiencia ante los diputados de la Comisión de Asuntos Hacendarios para defender este presupuesto extraordinario.
Villegas reconoció el traslado al indicar que inicialmente esos recursos pertenecían al Ministerio de Hacienda y por tanto, solo están buscando su retorno.
“Lo que estamos haciendo es pidiendo que regresemos esos recursos donde estaban originalmente porque sino lo hacemos van a haber consecuencias serias en Hacienda. En 3 o 4 meses tendrá que hacerlo la próxima Asamblea porque hay una cuestión de operatividad”, afirmó el ministro.
“Cortamos factura electrónica y dejamos sin telecomunicaciones al Ministerio y sin tiempo extraordinario las Aduanas que probablemente van a tener que cerrar más temprano”, continuó Villegas.
El jerarca reforzó que con la pandemia, los procesos digitales recobraron importancia y fuerza, pero “la digitalización tiene un costo”.
Villegas afirmó que se han otorgado $1.250 millones desde 2005 al sector Vivienda por lo tanto, no hay una desatención en el presupuesto.
La Comisión continuará con audiencias y consultas para avanzar hacia un dictamen.
Este presupuesto también incluye ¢174.006,9 millones de contenido presupuestario para el Fondo de Avales, ¢48.400 millones para las zonas pesqueras y ¢145.005,7 millones para el canje de deuda con tasas de interés más bajas (deuda cara por barata).
Krissia Morris Gray
