Redacción El Observador
El Organismo de Investigación Judicial (OIJ) informó que no se pudo practicar la prueba de ADN a una ropa de bebé, con manchas de sangre, encontrada en la zona, donde se presumía, podía estar la bebé de 9 meses, desaparecida hace casi un mes en Cartago.
En el comunicado enviado este jueves, las autoridades explicaron que “después de realizar las pruebas de laboratorio a los indicios recolectados, no se logró obtener ADN de origen humano en cantidad o calidad suficiente para realizar el perfil genético correspondiente, por lo que no fue posible compararlo contra la muestra indubitativa de la menor sustraída”.
Las prendas, que correspondían a un menor de seis a 12 meses fueron mostradas a la familia de la menor raptada, pero “ellos no las reconocieron como propias de la niña”.
El OIJ explicó que desde un inicio se descartó que fueran las prendas que llevaba la niña en el momento de la sustracción, pero que se realizó la diligencia ante la posibilidad que hubiera tenido un cambio de ropa.
Caso en investigación
Las pruebas a esas prendas localizadas eran clave para tener un indicio más certero sobre el paradero de la menor, desconocido desde el 9 de abril, informó en su momento el director del OIJ, Randall Zúñiga.
Las autoridades suspendieron la búsqueda en varias fincas de Pacayas y Paraíso, tras más de 10 días de amplios operativos de policía, Cruz Roja, vecinos y voluntarios. No se tuvieron resultados.
Hace dos semanas, el OIJ informó que la investigación continuaba con otras líneas para conocer que sucedió con la bebé, arrebatada de los brazos de su madre, una menor de 13 años.
El viernes se alertó de acciones policiales en la zona sur, sin embargo la policía judicial descartó algún resultado.
A la menor se le ha buscado en diferentes zonas del país, ante las informaciones falsas de que está con viva y bajo el cuido de otras personas.
Por este caso se mantiene detenido el padrastro de la madre, y padre de la bebé sustraída, confirmado tras la prueba de ADN.
El hombre de apellido Casasola, de 33 años, descuenta seis meses de prisión preventiva. Es investigado por la sustracción de niña de 9 meses y por al menos tres delitos de violación contra la madre, de 11 años cuando quedó embarazada.
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