Josué Alvarado
La población ocupada con un trabajo informal llegó a 918.000 personas a setiembre de este año. Esto se traduce en una tasa de informalidad deL 42,2%.
A la mitad de la administración Chinchilla Miranda (en el 2012) el país superó el umbral del 40% en la informalidad. Desde entonces ninguna de las siguientes administraciones, ambas del Partido Acción Ciudana (PAC), pudo reducir ese porcentaje.
Esto se traduce en más trabajadores desprotegidos, sin seguridad social. Están en riesgo ellos y quienes dependen de su trabajo.
También significa menos recursos para el Gobierno Central, las municipalidades y la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS).
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Distintos organismos han recomendado a Costa Rica hacerle frente a este problema. Entre ellos la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) y el Fondo Monetario Interancional (FMI) que revisará el avance del país en este tema durante sus próximas misiones en el país.
Analistas consultados por El Observador no identifican cambios en el corto plazo y coinciden en que se necesitan reformas profundas para que el hecho de formalizar no signifique enterrar el negocio que apenas florece.
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"No es que sea caro, es imposible"
El vicepresidente de la Cámara Costarricense de Pequeñas y Medianas Empresas (CCP), Adrian Morazán, explicó que hay dos tipos de emprendedores en Costa Rica: aquellos que lo hacen por emergencia o necesidad y los otros que lo tienen programado y lo hacen según un plan.
El primer grupo tiene menos recursos, menos estabilidad y la tramitología que hay que pagar les impediría seguir funcionando.
"No es que sea caro, es imposible. Todas las personas lo que hacen es empezar en total informalidad y conforme va avanzando el tiempo y pueden formalizar, lo van haciendo.
"Yo lo puedo decir en el caso de nosotros. La cantidad de colaboradores que tenemos ahora de manera formal no es igual que cuando arrancamos", dijo el también empresario.
Según datos del Ministerio de Economía, Industria y Comercio (MEIC) hay que hacer al menos seis pagos a la hora de formalizar:
- Impuesto sobre la Renta
- Permiso de funcionamiento en el Ministerio de Salud
- Patente municipal
- Aseguramiento de empleados ante la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS)
- Póliza de Riesgos del Trabajo del Instituto Nacional de Seguros (INS) u otras aseguradoras
- Registro de la sociedad y pago de la anualidad
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"Una empresa que quiere empezar con 'todas las de la ley' tiene que tener un 150% del monto que necesita para sobrevivir" y hacer estos pagos, calcula Morazán.
"El empresario dice: 'no puedo tenerte de manera formal' y el colaborador dice: 'si no me tiene de manera formal, entonces no tengo trabajo, entonces acepto la informalidad'. Como dicen: se junta el hambre con las ganas de comer", añadió.
El economista de la Universidad Nacional (UNA) Fernando Rodríguez explicó que abaratar la contratación es un tema pendiente en Costa Rica, con el fin de reducir la informalidad.
"Es un tema que seguimos arrastrando y tenemos que analizar con el cuidado de que esto no signifque el desfinanciamiento de la seguridad social", comentó.
Cobro de tributos por escala
El vicepresidente de la CCP recomienda que el cobro de tributos se haga por escalas, según el tipo de empresa, que garantice que pague según su estabilidad, para que al formalizar pueda seguir operando.
Por otro lado, consideró que la ayuda estatal debería de dirigirse a aquellas que tienen un plan, pues tienen mucha más posibilidad de salir adelante.
"Ahí es donde el Estado debería de invertir, en estas empresas que tienen un futuro menos riesgoso por delante", indicó Morazán.
"Los gobiernos no han logrado llegarle al asunto. Además, estamos muy concentramos en términos de política en la creación de empleos calificados y como hemos visto la gran demanda es de empleos no calificados. No estamos logrando solucionar ese problema", añadió Rodríguez ante la consultas de este medio.
