Tomás Gómez
“Los pasos a desnivel son estructuras muy bonitas pero cada una tiene un costo de $10 millones y son varias, pero no hay recursos, por lo tanto, habría que eliminarlos, en lugar de eso se deben hacer más aceras en ciertos sectores y algunos cruces a nivel con semáforos activados para que las personas puedan cruzar”.
Así de radical es el diagnóstico del Ministro de Obras Públicas, Luis Amador, sobre el futuro de la Ruta 32.
La ampliación de esta vía a Limón lleva años complicando el tránsito hacia el Caribe. La semana pasada, la Viceministra Administrativa, Ángela Mata, indicó que valorarían incluso abrir las zonas que ya están listas.
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Pese a ello, el ministro Amador fue más allá y declaró este lunes que la obra está sin recursos y que habrá que hacerle modificaciones.
“La ciudadanía debe conocer la realidad del proyecto, está mal diseñado, sin supervisión y desfinanciado” manifestó.
Ante ello alegó que la única forma de resolver el escenario es bajando “un poco” el alcance del proyecto.
El director del Consejo Nacional de Vialidad (Conavi), Mauricio Batalla, explicó que hay problemas en dos vías. Por un lado, está la falta de recursos y por otro la demanda de ajustes.
“Ingresando al gobierno nos topamos con un proyecto totalmente desfinanciado con cerca de $150 millones de dólares en reclamos por parte de la empresa CHEC, con obras ejecutadas sin presupuesto y con una serie de solicitudes de los diferentes alcaldes y fuerzas vivas de las comunidades que están pidiendo una serie de obras adicionales”, mencionó.
Según las proyecciones compartidas en el mismo comunicado, terminar el plan original costaría entre $300 y $350 millones más. Pese a ello, se ven disponibles unos $150 millones de dólares para rescatar la obra.
De paso, el Gobierno alega que se toparon con reclamos por $150 millones por parte de la constructora. De ello culpan directamente a sus predecesores en el cargo.
Falta 70% de expropiaciones en la Ruta 32
Sumando a la falta de recursos, el MOPT alertó de otros problemas logísticos.
El acuerdo de construcción se pactó en 2012 durante la gestión de Laura Chinchilla. No fue hasta la administración de Luis Guillermo Solís en 2016 cuando se dio la orden de inicio.
Ese fue el primer factor que desajustó el presupuesto según las autoridades.
A ello sumó que el plan original veía 48 meses para culminar la construcción, pero sigue sin verse la luz.
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Otra traba ha sido la recuperación de terrenos, pese a contar con la normativa que en teoría simplificaría el trámite.
“En el año 2016 se promovió Ley de Expropiaciones para agilizar las expropiaciones pendientes en un término de 4 meses y se está durando 2 años cada expropiación, actualmente falta el 70 % de ellas”, alertaron las instituciones.
Lo que se pretendía para la carretera a Limón
El plan original para la Ruta 32 abarcaba ampliar los 107 kilómetros a 4 carriles.
Ello incluía 36 nuevos puentes y el reforzamiento de los existentes, así como de 13 pasos a desnivel y 11 retornos. También nuevos intercambios ubicados en Río Frío, Guápiles, Siquirres, el acceso a la TCM y Moín; mientras que las intersecciones a nivel se construirán en el acceso a la ruta cantonal de Moín, el acceso al nuevo estadio de Limón, el entronque con la ruta 241 en Santa Rosa y el entronque a la ruta 36.
En cuanto a obras complementarias se contaba con 24 puentes peatonales y bahías para autobuses; así como ciclovías.
También se incluyen en el proyecto pasos de fauna aéreos y terrestres, en zonas identificadas en los estudios previos. Estos garantizarían la disminución en la muerte de animales por atropello durante la fase de operación de la carretera.
