Krissia Morris Gray
7 de cada 10 taxistas no descargaron ni instalaron la aplicación tecnológica Batsë, impulsada por el Consejo de Transporte Público (CTP).
De los 11.800 concesionarios, alrededor de 3.800 se inscribieron, mientras que los restantes 8.000 no bajaron la aplicación, según los datos del CTP. El uso de la plataforma será obligatorio y de cobertura nacional.
El 16 de febrero vencía el plazo de inscripción que arrancó en enero anterior.
Para este martes, el CTP pretendía que el 100% de los taxistas instalaran la plataforma tecnológica Batsë, pero ante la baja respuesta el plazo se amplió tres semanas más, informó Manuel Vega, director ejecutivo del CTP.
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Vega negó que el CTP haya fracasado en convencer a los taxistas. Agregó que la ampliación del plazo se debió a la alta demanda de capacitaciones a taxistas (concesionarios y conductores), en el uso de la aplicación.
“Estaba dentro de nuestras posibilidades el no tener a todos. Lo considero exitoso y más exitoso aún que se organicen grupos de taxistas en diferentes regiones para recibir las capacitaciones, eso demuestra un gran interés de ellos”, afirmó Vega.
Con Batsë, el CTP busca competir contra las plataformas de transporte ilegales como lo son DiDi, Uber e Indriver, entre otras.
Estas no cuentan con la aprobación del CTP para funcionar en el país.
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Más de 20 años de espera
Apuntó que hay concesionarios adultos mayores a los cuales se les debe ayudar en el proceso de cómo funciona la plataforma, entre otros aspectos que deben de poner en consideración antes de la vigencia de la app.
“El legislador dispuso en la Ley de Taxis, desde hace 20 años, que el CTP debe dar el servicio, el control y la fiscalización utilizando las mejores herramientas tecnológicas. Hemos tenido que tardar 20 años en llegar a eso y que esto se ponga en orden”, afirmó Vega.
Detalló que hace dos décadas, el sistema de internet no era tan robusto como es en la actualidad ni los teléfonos celulares para recibir, aunque mínima, de aplicaciones tecnológicas ni había posicionamiento global como por ejemplo los GPS.
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“Debemos dar un salto cualitativo en el accionar de la institución para dar y garantizarle facilidad, seguridad y confort a los usuarios que han reclamado, por muchos años, el haber dejado abandonado un servicio público tan importante”, dijo Vega.
Uso obligatorio versus concesión
Al mismo tiempo, comentó que con la aplicación se busca proteger “a la familia taxista”, compuesta por 11.800 concesionarios, además de alrededor de 2 o 3 choferes por taxi, lo cual suma alrededor de 35.000 personas y sus familias que dependen de la actividad.
Aseveró que, tras 20 años de desorden, se debe ayudar a los concesionarios a modernizar el servicio.
Vega recalcó que el uso de la herramienta tecnológica es de uso obligatorio y a esto añadió que “si en un tiempo determinado no se ha logrado que unos logren la aplicación de uso, la institución analizaría las alternativas que tienen para seguir dando el servicio”.
No a lo militar
Rubén Vargas, dirigente de la Unión Nacional de Taxistas, fue enfático al indicar que la “fuerza roja”, no está en contra del uso de la herramienta tecnológica.
Lo que se ve con malos ojos es el hecho que la misma sea de carácter obligatorio.
“Estamos contra la ordenanza, a rajatabla, que ha hecho el CTP, que el que no esté metido el 16 de febrero del 2021 (…) esto es una ordenanza que en derecho se llama manu militari y creo que eso no puede ser permitido”, aseveró Vargas.
En una comunicación del CTP, del 8 de febrero anterior se reseña que “Recalcamos que, a partir de las condiciones definidas en los contratos de concesión, la omisión, incumplimiento o inobservancia a lo dispuesto por el Consejo de Transporte Público, puede generar la apertura de procedimientos administrativos y en consecuencia la cancelación de dicha concesión”.
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El dirigente gremial insistió que están a favor de la plataforma, pero no de la forma que se quiere implementar, pues considera que el proceso no se debe ejecutar de manera atropellada.
“Todo debe realizarse en paz. Planteamos que se haga una mesa de diálogo (con el CTP) para plantear las inconformidades”, manifestó Vargas.
Al tiempo, exigió la documentación en la cual se basó el CTP para establecer el uso obligatorio de la plataforma Batsë.
Este miércoles a las 10:30 a.m., en la página del CTP no estaba colgada la comunicación oficial con el anuncio de la ampliación del plazo para la descarga de la aplicación.
Krissia Morris Gray
