APM Terminals: curva de aprendizaje ¿superada?

El pasado 23 de setiembre, un barco de la empresa China Ocean Shipping Company (Cosco), la naviera del gobierno chino, zarpó del puerto de APM Terminals en Moín de Limón, con productos ticos. Este viaje representó el primero de una nueva ruta comercial.

Según el concesionario, la apertura del servicio responde a la mejora en la eficiencia, gracias a que la “curva de aprendizaje” se habría superado.

Sin embargo algunos usuarios del servicio no están de acuerdo y mantienen críticas a la operació de la Terminal de Contenedores de Moín (TCM). Para Abel Chaves, presidente de la Cámara de Productores y Exportadores de Piña (Canapep), hay pendientes, sobre todo en tarifas.

El Consejo Nacional de Concesiones (CNC) señaló que la mejora del servicio es palpable, aunque admitió mejoras que faltan. Debido a fallas, el Gobierno ya multó dos veces a APM.

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El secretario técnico del CNC, José Manuel Sáenz, explicó que la compañía no fue la única que debió experimentar una curva de aprendizaje.

“La queja más grande que tienen las cámaras, tiene que ver, casualmente, con la eficiencia y ciertas disposiciones en el manejo y arribo de la carga al puerto. Por el otro lado, un tema de tarifa”, mencionó Sáenz.

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“A costillas nuestras”

De acuerdo con Chaves, el proceso de mejoría implicó costos importantes al sector exportador e importador. Aceptó las mejoras, pero no celebra.

“Me gustaría que ellos mismos explicaran, en esa curva de aprendizaje, ¿quién es el que ha llevado la peor parte? Prácticamente, el sector importador y exportador es la que ha sufrido esa curva. Los usuarios son los que la hemos pagado. Ha sido cara y ha tenido dolientes. Han aprendido a costillas nuestras”, afirmó.

Chaves añadió que la fase aún no ha sido superada y puso como ejemplo la nueva ruta comercial. El líder de la Canapep cuestionó que el servicio no es semanal, ante pendientes por resolver en la logística.

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Oriente ¿lejano?

Un día después de que el navío oriental zarpó de costa nacional, APM anunció la incorporación del nuevo servicio de exportación con destino a Shanghái, China.

Pero las críticas contra la concesionaria iniciaron en febrero, con el arranque de la TCM. La concesionaria defendió que la nueva ruta se logró, gracias a que ya se cumplen las métricas establecidas por el CNC en el contrato de concesión.

“Lógicamente, nosotros cuando empezamos, teníamos una serie de dificultades con la corriente eléctrica y con los sistemas. Todo era nuevo y cuando eso pasa puede haber fallas y eso nos ocasionó que no se pudieran hacer las transacciones en el tiempo óptimo y se provocan algunas colas pero eso ya está subsanado”, explicó el gerente de Operaciones de APM Terminals, Enrique Del Águila, el pasado 24 de setiembre.

Según el acuerdo firmado, la compañía está obligada a realizar 26 movimientos por grúa, cada hora, luego de funcionar por debajo de los requerido por varios meses. Esperan subir a 28 para fin de año.

El Secretario Sáenz añadió que algunos atrasos, durante la etapa de adaptación, se debieron a la interacción entre varias instituciones. Por eso resaltó que los oficiales de Migración han tenido que acostumbrarse a un nuevo ritmo.

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Tarea pendiente

El consenso aún no llega en materia de tarifas. Según las cámaras privadas, los cobros de APM son superiores a las de otros países centroamericanos, lo que resta competitividad al mercado costarricense.

El pasado 17 de agosto las tarifas aumentaron, como lo estipula el contrato de concesión. El precio de carga y descarga por cada contenedor pasó de $257,43 a $261,60.

Chaves dijo que el mismo contrato define cómo solucionar la diferencia. “Ellos mismos dicen que quieren una mejora tarifa pero que no pueden. El contrato habla de que, cuando la operación no es eficiente, hay que revisar donde están las deficiencias y lo contempla”, agregó.

La CNC es más cauta. “La tarifa es contractual. No es fácil trabajar en eso. No creo que, como país, demos una buena señal, con un contrato que tiene seis meses de estar operando y decir: miren tengo que cambiar las cosas”, explicó el jerarca José Manuel Sáenz.

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¿Posible termómetro?

La TCM comenzó operaciones en febrero, con un año de atraso. En los siete meses de funcionamiento, APM ya recibió dos nuevas multas.

El pasado 13 de setiembre, el Gobierno notificó a APM de una multa por más de $900.000, por los retrasos. Cinco días después, se conoció de otro pago de ¢658 millones que debió hacer la empresa a Aduanas.

De acuerdo con Sáenz “hay como un morbo” alrededor de la multas. “Se piensa que si estoy cobrando multas, estoy haciendo bien mi trabajo. El trabajo se hace bien, cuando la concesión funciona como debe ser. Ese es el objetivo que nosotros tenemos, yo quisiera aquí no cobrar ni una sola multa, por que todo está funcionando como debe ser”, agregó.

El jerarca de la CNC añadió que las multas que se han dado corresponden a los atrasos en la entrega de las obras. En las próximas semanas analizarán los parámetros del contrato y el cumplimiento de las métricas.

APM se limitó a decir que respetan el ordenamiento jurídico nacional.

“Las autoridades tienen toda la potestad de señalar lo que, para ellos, es un incumplimiento. Si vienen más multas, las analizamos pero las recibimos conscientes de que tenemos que cumplir”, expresó la concesionaria.

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