Tomás Gómez
Si bien en 2021 se aprobó una reforma para darle sostenimiento al Régimen de Invalidez, Vejez y Muerte, la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) presenta una dilación en la toma de decisiones sobre las etapas pendientes para asegurar el futuro de ese sistema de pensiones.
Esa es una de las alarmas que enciende la Defensoría de la Habitantes tras una revisión del estado actual de la CCSS, a la que enlistó 10 situaciones calificadas como “deficiencias y debilidades importantes”.
Una de ellas es precisamente ese contexto de las pensiones, donde cuestiona la falta de decisiones y la presión que meten otros elementos sociales.
“No se detectan evidencias de se hayan tratado de estudiar nuevas fuentes de ingresos para el Seguro de Salud y pensiones; recomendaciones que la Dirección Actuarial y Económica ha hecho en las valuaciones actuariales”, apuntó la Defensoría.
A ello se suma la importancia de abordar temas como el bono demográfico y la informalidad en el empleo; además del desempleo en jóvenes especialmente en las mujeres.
El futuro y el ahora
Acompañando al tema de las pensiones, la Defensoría llama a vigilar la falta de una visión general de futuro en la Caja.
“La CCSS no ha consolidado por completo la inclusión de elementos de gestión para resultados en el
desarrollo como parte de la construcción de una visión de futuro con un horizonte de largo plazo”, dice el informe.
Achaca problemas como debilidades en el proceso de identificación y planificación de necesidades de infraestructura, tecnología y compra de equipos. Estos no permiten orientar razonablemente la gestión oportuna de los proyectos de sustitución o ampliación de oferta.
OBSERVE MÁS: “Costa Rica se envejece como los países ricos”: pensiones y cuido sienten riesgo a medida que cambia la demografía
Pero las preocupaciones no se quedan en el largo plazo sino que también la logística cotidiana.
Se parte de hechos tan simples como la ausencia de un sistema de gestión de Gobierno Corporativo. Según la Defensoría, la Directiva de la Caja es el máximo jerarca de la institución; pero pasa más en temas administrativos que de dirección y supervisión de temas estratégicos.
A ello suman el criterio de que la CCSS carece de información actualizada y completa sobre la diversidad de cada lugar donde se brinda atención. Esto abarca los requerimientos de servicios, recursos humanos y equipos que caracterizan a cada tipo de establecimiento de salud.
Con ese escenario, se habla de una “posible inequidad y uso ineficiente de recursos en la oferta de servicios”.
“Dada la diversidad de regiones en el país se teme que la “CCSS podría no estar asignando los recursos en materia de salud en las zonas de mayor riesgo. Y con ello, podría estarse fomentando la inequidad en la atención y el el uso ineficiente de esos recursos”, dictó la revisión.
OBSERVE MÁS: CCSS restringe a sus médicos para trabajar en centros privados contratados para suplir ausencia de especialistas
En la administración actual se ha enardecido el debate sobre si la CCSS está en “quiebra” o no ( Hermes Solano/ El Observador).
La plata sigue siendo un tema en la CCSS
El dictamen de la Defensoría no deja indemne el tema financiero en la CCSS. De él hace observaciones que van desde la planificación hasta el manejo de criterios:
- Deficiencia en la Planificación y Gestión de Riesgos: se alega una separación entre el Plan Estratégico 2023-2033 y la Política Institucional de Gestión Integral de Riesgos respecto al modelo de gestión de resultados.
- Ausencia de un sistema de costos: falta avanzar en proceso para poder cuantificar el costo de procesos;actividades e intervenciones con mayor precisión, y mejorar las estimaciones.
- Proyecciones actuariales ambiguas del Seguro de Salud: Defensoría fustiga que se sigan usando datos promedio en vez de más específicos. Sostienen que ello arroja una visión distorsionada en los servicios.
- Omisión de información financiera: “Contra criterios de gerencia y administración, se elimina la información financiera para las provisiones y proyecciones financieras”, dice Defensoría. Citan que recientemente la Junta Directiva ratifica como únicos instrumentos válidos para las provisiones proyecciones financieras, los informes y otros documentos elaborados por la Dirección Actuarial. “La decisión de la Junta Directiva incrementa el riesgo de que no se observe el panorama completo de la situación financiera institucional, puesto que son insumos complementarios que van a aportar a la toma de decisiones”, alerta la auditoría.
Dos alertas más
Antes de concluir se apuntan otro par de ejes en los que la auditoría tampoco quedó satisfecha.
Por un lado se recuerda que desde 2017 se generó un fideicomiso inmobiliario con el Banco de Costa Rica; pero a este se le señalan eventuales problemas de planificación.
“Este Fideicomiso de obra, por el que se cancelan más de 28 millones de colones por mes, ha estado caracterizado por los constantes cambios en la asignación de proyectos. El fideicomiso que inicialmente incluía la construcción de 53 obras, se modifica en el 2023 para la construcción de 30 Áreas de
Salud en un ritmo de 4 por año”, dijo Defensoría.
“Adicionalmente a los costos generados durante los años con que cuenta el mismo contrato del fideicomiso, se pudo constatar que el mismo carece de multas hacia el fiduciario e incluso se logra observar que las responsabilidades de atrasos en las obras son responsabilidades de la situación
económica del país, causas que sea ocasionados por terceros o por atrasos en la CCSS, pero deja por fuera al BCR por demoras en las obras o por acciones fuera de las responsabilidades que le correspondan”, prosiguen.
En el tema de tecnología de la información se hace un último acápite pues las responsabilidades andan despertigadas.
“La CCSS no ha logrado consolidar los roles y responsabilidades definidos en su Marco de Gobernanza de Tecnologías de Información y Comunicación”, mencionaron; para luego poner como ejemplo los últimos diferendos que han dado por el EDUS.
Contexto actual complejo
Este informe de la Defensoría llega en momentos cuando la institución vive una situación tirante entre la presidenta ejecutiva de la CCSS, Marta Esquivel, y los médicos especialistas.
Este 1 de abril comenzó la protesta de los médicos por mejores condiciones laborales. Un grupo se niega a trabajar horas extra o guardias a partir de esta semana como medida de presión.
Ante este contexto, la entidad indicó el pasado martes que su dirección jurídica presentó dos acciones ante el Juzgado de Trabajo del Primer Circuito Judicial de San José.
Una de ellas procura “el cese inmediato del movimiento de presión ejercido por el gremio de especialistas y se disponga su reincorporación a las labores habituales”.
Este miércoles, Esquivel afirmó que los salarios que exigen los médicos especialistas de la institución, según su criterio, son “imposibles” de pagar.
“Eso es lo que queremos revisar, la pretensión salarial es imposible (de los médicos especialistas). Ellos pretenden un salario de más de ¢4 millones. Si no ajustamos esto, eso a nivel de jornadas extraordinarias nos podría estar reflejando salarios de entre ¢12 a ¢16 millones mensuales”, indicó Esquivel.
Por su parte, los médicos defienden su expectativa y ponen sobre la mesa las polémicas salariales que ha enfrentando la jerarca.
“Lo que sí es claro para nosotros es que lo único valedero para doña Marta es aferrarse a su salario de lujo de ¢7,2 millones”, expresó Mario Quesada, presidente del Sindicato Nacional de Médicos Especialistas (Siname).
OBSERVE MÁS: Especialistas responden a presidenta de la CCSS: “Lo único valedero para doña Marta es aferrarse a su salario”
